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Columna
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La victoria de ING sienta precedente

Habrá baile en las calles de Ámsterdam. Después de dos años de batalla, ING ha ganado su pleito contra la Comisión Europea por las sanciones impuestas a las ayudas estatales tras la recapitalización de 10.000 millones de euros de 2008. Toda una victoria para la entidad holandesa. Pero también podría ser beneficiosa para otros bancos que recibieron ayuda estatal.

ING fue uno de los principales damnificados de la contracción del crédito. A cambio de recibir ayuda gubernamental, la Comisión le impuso restricciones sobre la competitividad de sus productos, requiriéndole la venta de su negocio de seguros al final de 2013, y le instó a devolver el capital del Estado con una prima del 50%. Estas restricciones continúan aún vigentes. Pero la sentencia del Tribunal General de la Unión Europea podría provocar que estos términos se ajustaran.

La sentencia judicial se centra principalmente en la prima del 50%. Cuando el banco devolvió la mitad de la ayuda en 2009, lo hizo por 5.500 millones, con una prima del 10%, en lugar de los 7.500 defendidos por la CE. Tanto ING como el Gobierno holandés argumentaron que el Estado ya recibía un interés lo suficientemente generoso como para no necesitar una prima mayor. Pero la CE hizo cumplir la regla. Ahora, el tribunal dice que eso fue un error.

La CE aún puede apelar. Pero si la sentencia se mantiene, el plan de reestructuración de ING será renegociado, permitiendo que la fecha límite para la venta de su negocio de seguros se retrase. Podría sentar un precedente a la hora de replantear los pasos para vender activos como en el caso de RBS, Lloyd's o Commerzbank. También sienta precedente implicando a los Estados soberanos a renegociar los mandatos de la CE si lo consideran de interés para los contribuyentes. Eso podría ayudar al replanteamiento de los términos del rescate de RBS, que le impide pagar dividendos a menos que su acción se recupere. Si la victoria de ING crea tendencia, el baile llegaría a Edimburgo.

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Por George Hay

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