La inyección récord del BCE deja tibio al mercado
Afluencia récord en la segunda subasta a tres años del BCE. 800 entidades solicitaron 529.500 millones de euros ayer. Una inyección de liquidez, en línea con lo esperado, que generó una reacción tibia en los mercados y que no se prevé tenga un efecto estabilizador de la magnitud de la subasta de diciembre.
El resultado de la segunda subasta a tres años del BCE apenas se salió del guion previsto. Las entidades europeas pidieron 529.500 millones, algo más de los 500.000 que esperaba el consenso. Un resultado poco sorprendente que suscitó una reacción descafeinada en los mercados.
Las Bolsas, tras anotarse ganancias leves la mayor parte del día, cerraron con resultados dispares que oscilaron entre la subida del 0,04% de la italiana y la caída del 0,95% del Footsie, en parte también por la decepción que causó que el presidente de la Reserva Federal no prometiera más estímulos monetarios en su comparecencia ante el Congreso. Las primas de riesgo, sin embargo, sí se relajaron. La española cayó a 317 puntos básicos y la italiana hasta los 337. La nota discordante la puso el fuerte repunte del bono portugués a 10 años, hasta el 13,7%, un recordatorio de que la crisis soberana, pese al alivio que suponen las inyecciones del BCE, sigue viva.
La ausencia de grandes sorpresas en la subasta impidió así reacciones de calado en el mercado. La mayor impresión la causó el número de entidades que acudió, 800 frente a las 492 de la operación de diciembre, una cifra que sugiere una alta participación de entidades pequeñas -gracias a la ampliación de colaterales- y que deja en evidencia que el sector ya no ve un estigma en acudir al BCE.
"Lo importante de la subasta es que da tranquilidad al eliminar el riesgo de impago de la banca y facilitar el ajuste fiscal de los gobiernos. No esperamos grandes movimientos en los mercados a partir de ahora. Muchos inversores tomaron posiciones antes de la subasta. Hay mucha prudencia y si hay movimientos van a ser lentos", dice Alberto Matellán, director de renta fija de Inverseguros.
La primera subasta del BCE marcó un antes y un después en los mercados. Gracias a sus efectos, las primas de riesgo de Italia o España se han alejado de niveles críticos, las Bolsas han repuntado, el mercado de capitales se ha abierto para ciertos emisores y la lluvia de dinero ha facilitado la financiación de los Estados.
"La magnitud del impacto en esta ocasión no puede ser la misma. Nos conformaríamos con que ayude a consolidar la subida bursátil, las caída de las curvas y la apertura del mercado primario", explica David Cano, de AFI. "El estigma negativo de acudir a la subasta se ha eliminado y en el corto plazo puede continuar el rally en los bonos periféricos gracias al exceso de liquidez. Sin embargo, al no haber más subastas programadas, creemos que el mercado se volverá a fijar en los fundamentales y se olvidará de esta euforia de liquidez", añade Royal Bank of Scotland.
La primera subasta de liquidez del BCE eliminó un riesgo sistémico al asegurar las necesidades de financiación del sector bancario, impedir una contracción crediticia de calado y reducir el miedo de quiebra de Grecia. En esta ocasión se espera que los efectos beneficiosos persistan pero la incógnita está en ver si se mantienen en el tiempo y si además consiguen facilitar la concesión de créditos, un objetivo prioritario que aún no se ha logrado.
Los expertos se muestran muy cautos y temen que la llegada de la liquidez a empresas y familias se resistirá. "El crecimiento del crédito va a tardar porque la economía sigue en fase de desapalancamiento", añade Cano. "El crédito no va a llegar a la economía real. Nuestros bancos tienen 600.000 millones de créditos más que depósitos minoristas y están financiados en el exterior. Si no entra financiación exterior, no pueden financiar esta situación y tendrán que seguir reduciendo el crédito. Si la subasta consigue que los flujos privados de inversión regresen a España será un éxito", argumenta José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney.
El problema es que la recesión en la que se encuentra inmersa la economía, el afloramiento de déficit y la crisis de la zona euro complican la mejora de la confianza hacia España. Un efecto que depende mucho de las políticas que adopte Europa para estimular el crecimiento y relajar los objetivos de déficit.
El destino que den los bancos a la liquidez inyectada por el BCE ayudará a determinar si la estabilidad lograda en los últimos meses se mantiene o no. A pesar de que los préstamos concedidos ayer alcanzaron los 529.500 millones de euros, los netos rondaron los 313.000 millones, un efecto que se debe a que muchas entidades que estaban financiándose a una semana o tres meses han cambiado esos préstamos por otros con vencimientos a tres años. El exceso de liquidez en el sistema aumentará de 500.000 millones a los 800.000. La evolución de la facilidad de depósito -la cuenta del BCE donde la banca aparca el dinero al 0,25%- ayudará a dar pistas del uso que se le da.
La otra gran duda por resolver es lo que ocurre en los mercados una vez se vaya drenando el exceso de liquidez. "No esperamos que el BCE realice más subastas a tres años pero si volvemos a ver tensiones en la financiación de los bancos, volverá a actuar", reconocen desde Citi. De hecho, hay economistas que creen que el siguiente paso serán las compras masivas de deuda si las primas de riesgo vuelven a repuntar.
Las cifras
800.000 millones de euros es el exceso de liquidez que hay actualmente en el sistema financiero, según Barclays.
313.000 millones es la cantidad neta en la que aumentaron los préstamos a la banca tras la subasta de ayer.
Efectos de las inyecciones de liquidez
Primas de riesgo
Uno de los efectos más beneficiosos de la subasta de liquidez del BCE a tres años ha sido su impacto en las primas de riesgo. El diferencial de la deuda española ha caído al entorno de los 317 puntos básicos después de que el pasado ejercicio alcanzara un nivel de 468 puntos básicos, lo que asomó a España al borde del precipicio al disparar la rentabilidad del bono a 10 años hasta el 6,7%. El efecto en el diferencial italiano también ha sido mayúsculo y este ha pasado de alcanzar un récord de 552 puntos básicos a caer hasta los 337.
Financiación estados
Los Estados europeos se han convertido en otros grandes beneficiados del exceso de liquidez en el sistema. La barra libre de liquidez del BCE ha incentivado las compras de deuda pública por parte del sector bancario, una práctica que ha facilitado el éxito de las subastas de los Estados europeos, asegurando así sus necesidades de financiación. El Tesoro español ha sido un claro beneficiado y en lo que va de año ya ha captado el 34,2% de los 86.000 millones de euros en deuda a medio y largo plazo que tiene previsto emitir este año. Hoy se vuelve a poner a prueba con una subasta de bonos con la que prevé colocar hasta 4.500 millones.
Vencimientos
La subastas del BCE han logrado estabilizar al sistema financiero en un momento crítico. Un efecto que se ha conseguido al asegurar las necesidades de liquidez del sector a largo plazo. El billón de euros que ha inyectado el BCE entre la subasta de diciembre y la de ayer representa el 131% de los vencimientos de deuda que afronta la banca este año y el 72% de la suma de vencimientos de 2012 y 2013, según Goldman Sachs.
Resultados
El efecto que tendrán las inyecciones de liquidez en los resultados de la banca tampoco se pueden desdeñar. Muchas entidades han aprovechado los préstamos obtenidos al 1% para comprar deuda a rentabilidades superiores. Los bancos españoles realizaron compras récord en enero. Una operativa que puede ayudar a impulsar la cuenta de resultados del sector entre un 6% y un 10%, según estimaciones de varios bancos de inversión.