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Finanzas Retos 2012

Vuelva usted mañana, estamos de reformas

Las entidades financieras viven un nuevo proceso de saneamiento provocado por la larga crisis del ladrillo mientras el crédito sigue sin llegar a familias y a empresas

Los bancos tienen que capitalizarse de nuevo y además prestar dinero. Que sucedan las dos cosas a la vez lo veo francamente complicado", señala el profesor Manuel Romera, director del sector financiero de IE Business School. Su voz no pasa desapercibida. Hasta hace dos meses era colega de departamento de Luis de Guindos, ministro de Economía y Competitividad, en la entidad educativa. Se conocen bien. Y ambos están al tanto perfectamente de las necesidades de bancos y cajas. Y tal vez por ello, el docente se atreve a decir lo que el ministro no puede: "La nueva reforma es suficiente, pero solo para empezar".

El 3 de febrero, el Ejecutivo aprobó un decreto de saneamiento del sector financiero en el que se exige a las entidades nuevas provisiones de 50.000 millones de euros para digerir el ladrillo acumulado. Bancos y cajas deben provisionar al 80% el suelo adjudicado, al 65% las promociones inmobiliarias sin acabar y al 35% la vivienda terminada. Por entidades, la nueva norma supone provisiones de alrededor de 6.100 millones de euros para el Santander, 5.070 para Bankia, 4.471 para CaixaBank o 4.000 para BBVA. El saneamiento se obtendrá sobre todo minorando los futuros resultados, pero una parte importante, unos 15.000 millones, a través de nuevo capital.

Para Emilio Ontiveros, presidente de Analistas Financieros Internacionales (AFI), el decreto va en el camino adecuado, pero su éxito, opina, "dependerá de la rapidez con la que se haga para favorecer que vuelva el crédito, y también de la autoridad con la que se controle el proceso de fusiones". La norma, aprobada en el Congreso con el apoyo del PP y del PSOE, invita a continuar con la consolidación del sector, ya que a las entidades fusionadas les otorga un año más -hasta el 31 de diciembre de 2013- para cumplir las nuevas exigencias de provisiones. Desde 2010, el sector de cajas de ahorros ha pasado de 43 entidades a 15. Y se espera que, al final del proceso, el total de bancos y cajas no supere la docena. "Hay que vigilar que las fusiones no se hagan por criterios políticos o por razones personales", apunta. "El éxito de la reforma dependerá mucho de los personalismos", coincide Romera.

MÁS RENTABILIDAD

Las fusiones llevarán a ganar competitividad, sobre todo, en el negocio retail, explica un alto directivo de una entidad financiera fusionada, ya que busca la economía de escala. Solo en las cajas, según datos de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA), el número de oficinas ha pasado de 25.051 en el tercer trimestre de 2008, cuando se alcanzó la máxima capacidad, a 3.898 sucursales menos a 30 de septiembre del pasado año, un 15,6% de reducción. Y los puestos de trabajo se quedaron en 118.430, un 12,5% menos. "Con las fusiones habrá una mejora de rentabilidad. Pero el empleo se resentirá, está claro", apunta este ejecutivo, que prefiere hablar desde el anonimato.

La reforma provocará además otro efecto. "Hay un problema de percepción exterior de la banca española que le cierra los mercados mayoristas. En ese sentido, la norma puede contribuir a que cambie esa imagen al mejorar la transparencia de sus balances", opina José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España.

"Veo la reforma como positiva porque pone la base para que los balances recojan el verdadero valor de mercado de las viviendas y el capital de las entidades sea el suficiente", afirma Jordi Fabregat, profesor de finanzas de Esade. "Pero el crédito tardará bastante en volver. Habrá que esperar", reconoce. "La banca tiene este año que enfrentarse a vencimientos de deuda de más de 100.000 millones y debe absorber el inmobiliario en sus cuentas", añade.

España cuenta con 323.000 millones de activos ligados al crédito promotor. De ellos, 175.000 se consideran problemáticos, y con las sucesivas exigencias a la banca se han provisionado alrededor de 100.000 millones. "Quedan unos 75.000 millones. Si la situación sigue empeorando, ¿quién garantiza que las provisiones exigidas ahora serán suficientes?", se cuestiona el directivo de IE Business School.

Las entidades sí han encontrado en el Banco Central Europeo un aliado en los últimos meses. Gracias a las subastas a tres años del BCE, la banca española ha conseguido captar nuevos recursos. En enero fueron 133.177 millones de euros, un 37% del total subastado para la zona euro. "Ojalá que el BCE les dé continuidad, y mejor si además baja los tipos de interés", pide el presidente de AFI. "Aun así, estas subastas son insuficientes para que se abra el grifo", cree Fabregat.

"La foto que ha hecho la reforma es estática. Se lleva al balance el problema inmobiliario, pero no se ha acabado con el problema", asegura el estratega de Citi. "La reforma refleja una realidad. Han cambiado mucho las cosas y ahora estamos en recesión, por lo que el problema del ladrillo se ha agravado", coincide José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney. "Es probable que 2012 acabe con una caída del PIB del 2%, por lo que la situación habrá empeorado y serán necesarias nuevas provisiones".

"¿De qué dependerá que vuelva el crédito?", se pregunta el estratega de Citi. "De que los balances estén saneados, pero también de que las perspectivas económicas cambien". Piensa de la misma forma Ontiveros, quien ofrece unos cuantos motivos: "El problema del ladrillo durará lo que dure la recesión. Va a producirse una inhibición crediticia en el sector en el corto plazo, ya que las nuevas provisiones rebajarán los resultados de las entidades; los mercados mayoristas tampoco se fían, por lo que no están prestando, y el 23% de paro no garantiza que los créditos sean solventes". "El desempleo va a provocar que crezca aún más la morosidad y, por tanto, que se reduzcan los créditos", insiste el profesor de Esade.

"Todo dependerá de la economía real. El crédito volverá cuando haya creación de empleo". Pero sin préstamos es difícil que las empresas contraten. "Por eso es tan difícil salir de este bucle. Lo que echo en falta son medidas expansivas, por ejemplo para autónomos y empresarios, a quienes hay que hacer un guiño", reclama el excolega de docencia de Guindos.

Aún hay que sumar un problema adicional, el de la crisis del euro, para que los préstamos lleguen a familias y empresas. "Parte de nuestros problemas llegan por contagio", asegura el economista jefe del bróker Intermoney. "Nosotros podemos ser como un atleta que se cuida, pero si nos viene de fuera la gripe A, no podemos hacer nada".

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