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Consejos para invertir y fallos del capitalismo

No voy a ocultar mi parcialidad. En la gestora de fondos estadounidense GMO trabajan dos de los mejores comentarias sobre economía y mercados financieros que se pueden leer en la actualidad: Jeremy Grantham y James Montier. La última carta trimestral de Grantham merece una lectura. Tiene dos partes. La primera, "Consejos de Inversión del tío Polonio" (el chambelán de Hamlet) y la segunda, "Tus nietos no tienen valor", sobre las deficiencias que ha desarrollado el sistema capitalista estadounidense en las últimas décadas.

Una cita. "Suponiendo que hubiese se descubriesen existencias petróleo para otros 1.000 años con un coste de extracción 200 dólares el barril, además de las ya conocidas para 40 años con costes variables, ¿cómo afectaría eso al precio del crudo? Respuesta: en nada. El precio solo tiene que ver con la demanda actual y con los costes de extracción a medio plazo".

Grantham señala que el capitalismo ha evolucionado a través de una serie darwinista de ensayos y errores. Hoy, es una herramienta de lograr crecimientos en el corto plazo a cualquier coste. El cambio en la estructura de propiedad de las empresas y los incentivos a los ejecutivos conviertieron las compañías en máquinas de endeudarse para obtener beneficios rápidos, con los resultados que ya conocemos. Después de la Segunda Guerra Mundial un directivo cobraba 40 veces el salario de un trabajador medio. Hoy son 600 veces, sin que nada indique un aumento equivalente del talento, apunta.

Todo este crecimiento ha sido posible, en todo caso, gracias al aumento de la población, de la productividad (aunque esto no se ha trasladado a los salarios) y a la energía fácil y barata de los hidrocarburos. Pero no durarán para siempre. La incapacidad del mercado para tener en cuenta que los recursos (y por tanto la producción física de bienes) sin finitos es el principal problema esgrimido por Grantham.

Adicionalmente, añade, los rápidos crecimientos de los beneficios hacen que las compañías exijan descomunales ratios de retorno sobre las inversiones. A finales de los 90 el mercado estaba acostumbrado a retornos de más del 10% anual, una tendencia que exagera la búsqueda del beneficio a corto plazo a costa de minar el futuro. Como dice Grantham, ¿entonces nuestros nietos valen menos o son menos importantes que nosotros?

No solo eso. La búsqueda del beneficio rápido provoca que las compañías destinen dinero a ocultar las propias debilidades del sistema en el largo plazo y a sembrar la confusión alrededor de hechos científicos, así como a abortar regulaciones que pueden hacer el crecimiento más sostenible incluso para las propias empresas (véase si no lo que ha sucedido con el sector bancario en EE UU). Alguna asociación científica ya ha alertado de que la ciencia afronta una "edad oscura" por los lobbies empresariales.

No voy a extenderme mucho más; si les interesa la carta está enlazada más arriba. Grantham cita a Minsky y su tesis sobre la inestabilidad intrínseca de los mercados y habla de las externalidades. Les cuento los 10 consejos de inversión y lo dejamos ya. Solo decir que Grantham, como Montier, está deliciosamente pasado de moda. En un mercado dominado por máquinas que compran y venden en milisegundos, proponen invertir a la vieja usanza:

1.- Cree en la historia. Se repite una vez y otra. La euforia se pasa y las burbujas se pinchan, y el mercado sigue siendo "gloriosamente ineficiente".

2.- No seas acreedor ni deudor. Si pides dinero para invertir, amenazas tu sostenibilidad y pierdes la mayor ventaja del pequeño inversor: la paciencia.

3.- No pongas todo el tesoro en un barco. Bastante obvio, por otra parte.

4.- Sé paciente y pensa en el largo plazo. Espera una oportunidad de mercado muy barata y soporta las pérdidas. Al final, las acciones normalmente se acaban recuperando.

5.- Reconoce tu ventaja sobre los profesionales. Es una gran clave. Los gestores tienden a cuidar su carrera y no tanto a sus inversiones; están preocupados por parecer muy activos y por no quedar muy mal respecto al mercado o la competencia, para no perder su empleo. Los profesionales tienen herramientas matemáticas y equipos de analistas. El inversor particular tiene tiempo.

6.- Intenta contener el optimismo natural. Este consejo mejor guardárselo para dentro de unos añitos.

7.- En raras ocasiones, sé valiente. Relacionado con los números 4 y 5. Cuando se espera y surge la oportunidad, se pueden hacer apuestas más fuertes sin miedo a que, si salen mal, perdamos los clientes. Si no estamos endeudados, podremos hacer frente a pérdidas temporales.

8.- Resístete a la muchedumbre y mira los números. Difícil de cumplir. "Ver enriquecerse al vecino al final de una burbuja mientras tú estas sentado es una tortura". Muy cierto. Véase lo que pasó con la vivienda en España.

9.- No es tan difícil. Aconseja considerar que los márgenes y el PER de las distintas clases de activos terminan, a largo plazo, volviendo a su medis histórica.

10.- Conócete a ti mismo. Una cosa es pensar cómo invertir y otra cosa hacerlo. Imaginar que tenemos paciencia, que soportamos las pérdidas o que analizamos los números fríamente cuando, en realidad, adoptamos posiciones sesgadas influidos por el entorno es la receta para el desastre absoluto. Si no podemos hacer esto, mejor no invertir por nuestra cuenta.

Música contra la crisis. Neil Young, Harvest Moon.

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