El reencuentro de dos amigos, Emilio Ybarra y Antonio López
Lunes 27 de febrero. Restaurante Lúa de Madrid, uno de los más frecuentados ahora mismo por la clase ejecutiva gourmet de Madrid. 14,30 horas. Un hombre, Antonio López, ex director de comunicación de BBVA, espera tranquilamente leyendo un libro sobre ajedrez para niños, recién comprado en La Casa del Libro. En unos minutos aparecerá su acompañante, Emilio Ybarra, el que fuera presidente de la entidad financiera hasta 2001. El encuentro entre estos dos hombres perfectamente trajeados parece entrañable, el de dos viejos compañeros de fatigas, con muchas vivencias y también con muchos silencios que compartir. Abren boca con dos finos (Ybarra pide manzanilla pero no hay disponible en ese momento).
Durante el almuerzo hay momentos en los que los dos hombres callan y disfrutan, sin nada que decirse, de un menú degustación (49 euros por persona), que se compone de un irlandés de lentejas y de boletus, sigue con un foie micuit con queso sobre pan de cereales, con un socarrat de apio, chile verde y langostino en ceviche, con una corvina sobre sopa de callos, y un lomo de venado sobre ciruela, orejones y pasas. De postre, ensalada de chocolate con rúcula y frutas del bosque. Ybarra toma fruta. Eligen un vino de rioja, Piérola (17 euros, el precio del descorche no está incluido). Y su conversación es reposada, tranquila: hablan del ministro Luis de Guindos y de su morbosa relación con su mentor, Rodrigo Rato; de Álvarez Cascos y de su mujer, de sus familias, de cómo les va la vida... de todo y de nada.