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¿Le pagamos a Guindos un viaje a Reikiavik?

Hoy, para variar, vamos a ser positivos. A veces las cosas funcionan, sobre todo, si se hacen bien.

Fue hace cuatro años cuando Islandia explotó por la brutal deuda externa de sus bancos y la sobrevaloración de la corona. Desde entonces hemos leído de Islandia lejanos apuntes, como el rechazo de los islandeses a sufragar los depósitos captados por sus bancos en el extranjero (el caso Icesave) o el juicio a los banqueros. Pero la realidad es más jugosa que los titulares. La mayor parte de la información ha salido de este informe de la misión del FMI en el país.

Islandia todavía no ha levantado los controles de capitales instaurados en 2008, y no prevén retirarlos hasta que la economía y las finanzas se hayan estabilizado. Pese al impago de la deuda de los bancos, y a estos controles de capitales, dos anatemas en el mundo financiero, sobre Islandia no han cabalgado los cuatro jinetes del Apocalipsis. Antes al contrario: el Tesoro islandés ya coloca deuda en el mercado, Islandia crecerá un 2,4% este año y el paro está debajo del 7%. Mejor no comparar con España, ¿verdad?

No solo eso. Islandia ha conseguido reducir en un 75% los activos totales de su sector financiero. Ha completado la recapitalización del sector a un alto precio (en torno al 20% del PIB), pero la banca tiene un core capital del 12%, y los tres grandes bancos, en torno al 20%. El Estado tomó el control de la banca, pero hizo algo más que poner dinero y rezar porque vuelva el crédito, tal y como se estila por aquí.

Ahora que hablamos de desahucios e hipotecas, conviene recordar que el Gobierno islandés, vía decreto ley, impuso un nivel máximo del 110% en el loan tu value de las hipotecas (relación entre deuda y valor del inmueble). Como muchas hipotecas estaban en divisas, con la devaluación de la moneda el valor de las deuda excedió en muchas ocasiones al valor de los inmuebles. En consecuencia, 3.030 hogares vieron reducida su deuda a este nivel y otros 2.400 se beneficiaron de otro tipo de ayudas o refinanciaciones supervisadas. Parece poco, pero ponderando por población, en España serían 780.000 familias beneficiadas. El coste, según este artículo de Bloomberg, ha sido del 13% del PIB.

Con todas estas medidas, la deuda externa (pública y privada), de Islandia, que en 2007 era del 600% del PIB, está ahora en el 250% y bajará al 150% en 2016. No han hecho falta discursos naïf sobre no gastar más de lo que se gana o fábulas infantiles sobre las virtudes del trabajo y el ahorro. Simplemente, en 2009 Islandia eligió un Gobierno que optó por servir a sus ciudadanos en lugar de servir a determinados intereses privados [los consejeros delegados de los grandes bancos islandeses, de hecho, pueden pasar por el calabozo]. No quiero decir que el caso se pueda aplicar directamente a España o a Grecia. Pero, ya que el Gobierno autodenominado socialista no miró a Islandia, yo estaría dispuesto a poner algo de dinero para pagarle al señor Guindos un viaje a Reikiavik.

Música contra la crisis. Pues no es que sea yo muy fan de Björk, pero bueno, ahí va. Sugarcubes, Bithday

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