Según fuentes del mercado, la operación consiste en una emisión de bonos a tres años por importe de 3.000 millones, además de otros 12.000 millones en bonos a cinco años.
Las dos emisiones no se van a colocar en el mercado, sino que serán utilizadas como colateral o garantía para acudir a subastas de liquidez del Banco Central Europeo (BCE).
De esta manera, la entidad mejora su posición de liquidez para la cobertura de los vencimientos que tiene este año y el próximo.
Hace unos días, BFA comunicó a la CNMV que este año tenía que hacer frente a vencimientos de deuda por importe de 574 millones de euros, a los que se suman los 1.323 millones que tiene que pagar como servicio de su deuda.
A finales del año pasado, el Gobierno anunció que iba a poner a disposición de la entidades financieras un máximo de 100.000 millones de euros en avales del Estado para realizar emisiones de deuda a largo plazo.
La emisión de BFA se une a la que realizó hoy su filial, Bankia, que colocó 500 millones de euros en cédulas hipotecarias a dos años.
En un comunicado, Bankia destacó la alta demanda recibida, que superó los 800 millones de euros, y el hecho de que la emisión se cerró en menos de ocho horas.
Las cédulas tienen un vencimiento de dos años y cuentan con un precio de 290 puntos básicos sobre el índice de referencia a dos años (midswap).