La enseñanza virtual despega en España
La formación online aterrizó en España hace décadas y está aquí para quedarse. El avance tecnológico desde la aparición de Internet, el desarrollo de plataformas e-learning, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y las redes sociales han llevado a que la formación a distancia sea fundamentalmente virtual y que no solo gane en penetración en España, aunque solo el 12,7% de los españoles se haya atrevido a seguir un curso de este tipo, sino también en calidad, lo que ha convertido a nuestro país en uno de los más dinámicos y punteros. El futuro pasa por la eliminación de barreras, tanto de tiempo como de espacio, y afecta a todos los grados y niveles educativos.
La incorporación de la era digital a las aulas tiene en Primaria y Secundaria una asignatura pendiente debido a "la falta de planificación y la errática política de las Administraciones públicas para ponerla en marcha", señala José Moyano, presidente de la Asociación Nacional de Editores de Libros de Texto y Material de Enseñanza (ANELE). "Con 17 modelos educativos, el aula 2.0 es difícilmente sostenible. No se puede dotar de herramientas como ordenadores o pizarras digitales, sin contenidos educativos o sin plataformas tecnológicas adecuadas", señala.
Las escuelas de negocios y la universidad "lideran la formación a distancia tanto en metodología educativa como en la incorporación de las TIC y aplicaciones diseñadas para los dispositivos móviles", explica Arturo de las Heras, gerente de la Universidad a Distancia de Madrid. En un mercado que crece constantemente, la crisis ha hecho que muchas personas inviertan en formación para seguir siendo competitivos y atractivos como profesionales.
Los estándares de calidad, en muchos casos superiores a los de la enseñanza tradicional, y la flexibilidad de esta modalidad están atrayendo a muchos estudiantes. Hay básicamente dos modelos, apunta Miguel Ángel Muñoz, director de la Escuela Superior de Imagen y Sonido CES. Uno totalmente online y otro mixto llamado blended learning, que combina formación presencial y virtual. "Dependiendo de los contenidos, uno u otro tendrá más sentido. Es decir, un curso de habilidades directivas podrá ser impartido totalmente a través de la web, pero un curso de sonido deberá ser necesariamente mixto para garantizar el aprendizaje". Esade y otras universidades, por ejemplo, están desarrollando un modelo semipresencial con porcentajes de virtualidad situados entre el 15% y el 60%. "Una fórmula que se considera ideal para estudiantes de máster y formación ejecutiva", explica Margarita Romero, directora asociada de e-learning de Esade.
Finanzas, marketing e idiomas son quizá los cursos más solicitados, aunque la demanda abarca de todo, desde titulaciones de grado hasta máster de especialización.
Definir el perfil de un estudiante online es "prácticamente imposible y un mito", asegura Diana González, vicedecana de learning innovation en IE University. Son muy habituales los adultos de entre 30 y 50 años, con estudios superiores y con responsabilidades profesionales y familiares, pero también se observa un creciente número de jóvenes con bachillerato que prefieren la formación virtual.