Grecia acepta el plan de ajuste pero el Eurogrupo pide más esfuerzos
El Gobierno griego aceptó ayer el plan de ajuste exigido por la troika a cambio de un segundo plan de rescate. A pesar del acuerdo en Atenas, el Eurogrupo mantuvo bloqueados los nuevos préstamos, valorados en 130.000 millones de euros. La UE pide más recortes por 325 millones, la aprobación de los acuerdos en el Parlamento y el compromiso del Gobierno que salga de las urnas en abril que respetará los acuerdos.
El enésimo acto de la opereta griega se representó ayer con un espectacular despliegue geográfico (con escenarios en Atenas, Fráncfort y Bruselas), pero con la misma improvisación y acartonamiento que entregas anteriores. Protagonistas y figurantes repitieron su papel de manera cansina tras dos años de ininteligible trama y descomunal inversión. Algunos, como el titular alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, no ocultaban su malestar al comienzo de otra reunión extraordinaria del Eurogrupo (ministros de Economía de la zona euro) en la capital comunitaria. Y aunque la cita era para premiar el ajuste griego con otro rescate de 130.000 millones de euros (tras los 73.000 millones del primero), Schäuble descartó por el momento la liberación de nuevos fondos.
"El acuerdo todavía no está maduro para una decisión definitiva", señaló el ministro alemán, destacado autor de un guion que parece írsele de las manos. Su homólogo holandés, Jan Kees de Jaeger, también se sumó al coro de escépticos sobre el plan de ajustes pactado en Atenas. La posibilidad de aprobar el segundo rescate: "hemos pedido unas condiciones muy estrictas y dicen que las han cumplido pero tenemos que verificarlo".
Los desconfiados ministros temen una nueva treta del Estado griego para tomar el dinero y correr a gastárselo en la élite de una administración (jueces, diplomáticos, doctores, fuerzas armadas) que, según el borrador del plan de ajuste, supone un tercio de la nómina de la hinchada administración pública. O en unas "transferencias sociales" que, según el mismo texto, "es la partida de gasto que mayor aumento ha registrado tras el ingreso de Grecia en el euro". O en armamento, cuyo presupuesto, proporcionalmente el más alto de la UE, se pretende reducir en un 0,15% del PIB.
El vicepresidente del Gobierno griego y ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, intentó tranquilizar a sus colegas de la zona euro. "Tras una larga y dura negociación, tenemos un acuerdo a nivel técnico con la troika FMI, BCE y Comisión Europea para un nuevo, poderoso y creíble programa de ajuste", señaló Venizelos a su llegada a Bruselas. Pero la recta final de esas negociaciones en Atenas, aparentemente fracasadas el miércoles por la noche y exitosas el jueves a mediodía, no parecían la mejor baza para ganarse la confianza.
El regateo del gobierno de coalición (conservadores, socialistas y extrema derecha) derivó en una farsa sobre el recorte de las pensiones complementarias en las que cada partido intentó desmarcarse de un medida muy impopular en vísperas de unas posibles elecciones generales. Lucas Papademos, un primer ministro tecnócrata sin anclaje político, tuvo que renegociar durante toda la noche con los enviados de la troika antes de poder anunciar "un acuerdo general sobre un nuevo programa que debe ir acompañado de un nuevo préstamo para financiar Grecia con 130.000 millones de euros".
El primero en dar la noticia, curiosamente, fue el presidente del BCE, Mario Draghi, tras recibir en Fráncfort una llamada de Papademos (antiguo vicepresidente del emisor). Draghi no despejó sin embargo la posible contribución del BCE al segundo rescate, aunque descartó sumarse a la quita negociada por los acreedores privados con Atenas y que podría suponer una condonación de 100.000 millones de euros. Enigmático, Draghi solo apuntó que el BCE puede repartir beneficios entre sus socios.
Los términos del acuerdo ateniense no se hicieron públicos, pero el borrador que circula por medios griegos indica que Grecia habría logrado un año más para reducir el déficit, un plazo que podría aliviar el terrible impacto de los ajustes en el crecimiento y el empleo de un país ya de por sí depauperado. A la espera de los detalles, lo único cierto es que la factura del rescate, cifrada en 30.000 millones de euros en febrero de 2010, ya se ha multiplicado por 10 entre la contribución pública y la privada. Y falta mucho para que caiga el telón.
Acuerdo para regular los derivados
El mercado de derivados dejará de ser opaco. La UE ha acordado regular la negociación de estos productos financieros con el fin de obligar a registrar todas las operaciones que se crucen, incluyendo aquellas transacciones que se realicen sin pasar por un mercado regulado. La norma también exigirá el uso de cámaras de contrapartida central para liquidar ciertos contratos."Felicito al Parlamento Europeo y al consejo por alcanzar un acuerdo que dará más estabilidad, transparencia y eficiencia al mercado de derivados. Es un paso clave para crear un marco regulatorio más seguro para los mercados financieros europeos", declaró ayer Michel Barnier, comisario de servicios financieros.Los reguladores trabajan duro para endurecer la normativa que rige el funcionamiento de los mercados no regulados desde el colapso de Lehman Brothers en 2008.
Optimismo moderado en las Bolsas, el euro y las primas de riesgo
Optimismo contenido en los mercados, pero suficiente para seguir avanzando. El Ibex subió el 0,60%, para cerrar en 8.902,10 puntos. El balance del resto de los índices europeos ha ido por el mismo camino. La prima de riesgo española pasó en una jornada de 324 a 315 puntos básicos y la italiana, de 360 a 340.Las Bolsas asistieron al ansiado pacto entre los líderes políticos de Grecia para la obtención del segundo paquete de ayudas por importe de 130.000 millones, si bien se mantienen escépticas a la espera de que Bruselas haga efectiva la entrega de sus ayudas a Atenas y se evite de forma definitiva la suspensión de pagos. Por su parte, Mario Draghi, presidente del BCE, confirmó su compromiso con la liquidez para la banca europea y amplió las garantías que acepta para sus subastas.En el mejor momento, el selectivo pasó a ganar casi el 1%, pero su trayectoria se relajó después. "El mercado no se ha creído del todo lo de Grecia. Draghi lo ha confirmado en rueda de prensa, pero los inversores esperan que la noticia se ratifique en la reunión del Eurogrupo, en la que el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, concretará las medidas de ajuste adoptadas", explica Soledad Pellón, estratega de IG Markets. Los expertos esperaban, por otra parte, algún comentario por parte del BCE sobre expectativas de recorte de tipos de interés en la zona euro, que no se produjo.Los grandes bancos y Repsol fueron los que ayudaron al Ibex. Santander sumó el 1,12% y BBVA, el 1,02%. La petrolera, muy penalizada en sesiones anteriores, ha recuperado el 2,13%. El euro, por su parte, llegó a tocar los 1,33 dólares.