Los líderes griegos llegan a un acuerdo para el segundo rescate
Tres días después de que se cumpliese el plazo dado a Atenas, los partidos griegos han llegado a un acuerdo sobre las condiciones impuestas por la troika para la recepción de los 130.000 millones de euros que conforman el segundo rescate.
Un portavoz del Gobierno griego ha confirmado que los partidos helenos por fin han llegado a un acuerdo sobre las exigencias de austeridad impuestas por la troika. "Sí, hay acuerdo", expresó una de las fuentes oficiales.
La noticia se conoce horas antes de que el Eurogrupo decida el futuro más inmediato de Atenas, que pasa por la liberación de 130.000 millones de euros con los que el Ejecutivo de Lucas Papademos hará frente a los vencimientos de deuda previstos para el mes de marzo.
Amadeu Altafaj, portavoz de la comisión económica en Bruselas, dijo hoy a través de un correo electrónico que "esperamos que el ministro Venizelos informe al Eurogrupo sobre las decisiones relacionadas con el segundo rescate griego".
El plazo para que los partidos llegasen a un acuerdo finalizó el pasado lunes y desde entonces los rumores de un inminente pacto sobrevolaban la eurozona. La proximidad de las elecciones impedía a los políticos dar su brazo a torcer, pues temían perder el apoyo de un pueblo que día a día está siendo testigo de nuevos recortes.
En la rueda de prensa que sigue al Consejo de Gobierno del BCE, Mario Draghi ha confirmado que Lucas Papademos se ha puesto en contacto con él para transmitirle la noticia de que los principales partidos han firmado el pacto que impedirá la quiebra de Grecia.
Uno de los principales escollos que ha retrasado el acuerdo ha sido el tema referente a las pensiones. La troika exigía a Atenas una rebaja del 20% con el fin de ahorrar al estado 300 millones de euros, a los que habría que sumar 400 más procedentes de la inversión pública y otros 300 que se derivarían del recorte en Defensa.
Junto a las pensiones, la rebaja del salario mínimo interprofesional y el despido de funcionarios se convertían en las piezas clave del nuevo ajuste. La troika pedía a Atenas que el salario mínimo, situado a día de hoy en los 750 euros, se redujese un 22%. Asimismo reclamaba que 15.000 empleados públicos abandonasen su puesto de trabajo. Esto último ya había sido aceptado y comunicado por el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, el pasado lunes.