De productor de mejillones a empresario turístico. De restaurador, a la antigua usanza, al catering. Son solo dos ejemplos de la transformación que han experimentado muchas pymes del municipio tarraconense de Sant Carles de la Ràpita en los últimos tres años para plantarle cara a la crisis. La iniciativa fue puesta en marcha por una treintena de pymes y autónomos, con apoyo público, para reactivar este territorio y el resultado ha sido la creación de una estación náutica actualmente integrada por 70 empresas que se han reinventado para sobrevivir.
Este cambio de rumbo ha generado un nuevo tipo de pyme que Rosa Rochet, coordinadora de la Oficina de Turismo de esta población, ha bautizado con el nombre de "pymes híbridas". O lo que es lo mismo, su actividad ahora compagina la producción de mejillones, ostras, arroz o aceite con la pesca, rutas en barco y, en resumen, con el turismo.
La clave del éxito ha sido la cooperación entre las pymes de la zona, punto de partida de una serie de medidas que están permitiendo la reconversión de las empresas a la vez que se mejora su competitividad, según explica Llorens Matamoros, propietario de la empresa de alquiler de embarcaciones Náutica Focus y también presidente de la Estación Náutica de Sant Carles de la Ràpita.
Gracias a esta conexión se ha conseguido ampliar la oferta diseñando paquetes turísticos más atractivos donde participan pymes de todos los sectores de actividad, y el resultado no ha podido ser más prometedor. Solo en 2011 se vendieron 1.500 reservas, un 30% más que el año precedente.
El mercado ruso ha resultado ser uno de sus principales seguidores. Según Matamoros, alrededor de 1.200 turistas de esta nacionalidad vinieron el pasado año a esta zona, donde es posible visitar una batea de mejillones y luego comérselos, practicar la pesca a mano (a paupa) y tomar un catering en la propia embarcación, visitar un campo de arroz o de naranjas o un molino de oliva y degustar una receta de arroz o de langostinos a la naranja en un restaurante de la zona.
La especialización ha sido otra de las herramientas para la reconversión. Solo en el área de la gastronomía, muchos restaurantes han tenido que introducir el servicio de catering dada la demanda, sobre todo del mercado ruso, de comer la tradicional paella, por poner un ejemplo, en la propia batea, en el barco o durante la excursión contratada.
Las pymes relacionadas con las actividades náuticas también están siendo objeto de especialización. De hecho, en estos momentos trabajan en un proyecto para crear una base náutica que concentre todos los servicios necesarios para la práctica del windsurf, vela ligera, kitesurf, etc., y muchas pymes se están preparando con la incorporación de nuevas embarcaciones, patrones...
Los precios también han sido decisivos en el crecimiento. Hasta un 20% los han rebajado las pymes de la zona, según afirma Llorens, para aumentar la demanda.
Igualmente, la nueva estrategia de esta agrupación de empresas ahora supone "ir a buscar a los clientes". Junto a la plataforma de comercialización online de Sant Carles de la Ràpita, este grupo de pymes está presente en las redes sociales, cuenta con blogs y recibe cursos de formación en marketing, idiomas o nuevas tecnologías.