Las concesionarias piden que Hacienda coordine la inversión
La asociación de empresas, entidades financieras y expertos en construcción ForoPPP reclamó el viernes al Gobierno la creación de una oficina pública, pilotada por el Ministerio de Hacienda, que coordine e impulse toda la inversión en infraestructuras con fórmulas de colaboración público-privada.
La parálisis actual que vive la economía española no puede permitirse que uno de sus sectores puntales, la construcción, continúe con decenas de proyectos, como las autopistas radiales de Madrid, con un futuro cuanto menos incierto. Esto es lo que piensa la asociación de constructores, entidades financieras, consultoras y demás expertos agrupados en ForoPPP. Por este motivo, el viernes su presidente, Pedro Michelena, reclamó la creación de una oficina pública pilotada por el Ministerio de Hacienda, encargada de impulsar toda la inversión que conlleve participación del capital privado.
"Se trataría de poner en marcha una oficina pública de CPP (colaboración pública privada) similar a las que existen en países como el Reino Unido, Francia, Italia o Portugal", aseguró el nuevo director gerente de dicha asociación, Miguel de la Fuente. Estaría constituida dentro del departamento que dirige Cristóbal Montoro y contaría con representación de todas las Administraciones, así como de entidades privadas y de todos los ministerios potencialmente inversores (Fomento, Medio Ambiente, Defensa y Justicia, entre otros).
En opinión de ForoPPP, su objetivo debería ser controlar todos los proyectos de obras que se pongan en marcha en el futuro y valorar si son o no financiables, "para evitar casos como los de las radiales de Madrid o las autovías de primera generación", añadió Michelena.
Nueva empresa estatal
De hecho, en este apartado, esta asociación propuso que el Estado asuma, con la creación de una empresa pública, la titularidad de las seis autopistas de peaje que en la actualidad se encuentran al borde de la quiebra (las cuatro radiales de Madrid, el eje al aeropuerto de Barajas y la Cartagena-Vera).
Esta fórmula sería mucho más barata que proceder a un rescate de las concesiones (cuyo coste podría superar los 48.000 millones) y supondría que el Estado pasase a gestionar las carreteras asumiendo con ello el pasivo que acumulan, de unos 3.000 millones. "Sería como crear una Empresa Nacional de Autopistas (ENA) dos, que iría pagando a los bancos acreedores con los ingresos que obtuviera de su explotación y que más adelante, superada la crisis, podría vender las autopistas al sector privado", explicaron desde ForoPPP. Al mismo tiempo, las concesionarias actualmente titulares de esas autopistas podrían quedarse en las mismas llevando a cabo el mantenimiento de las carreteras.
Se buscan mecanismos de financiación
La Ley de Captación de Financiación para inversiones en infraestructuras lleva cuatro años paralizada en el Congreso de los Diputados ante la incapacidad de encontrar la fórmula que satisfaga a todos: sector público, capital privado y sistema financiero.Pero desde ForoPPP insisten. Sin otro marco legal más claro, la financiación no vendrá ni siquiera del exterior, donde parece que no hay tantos problemas de liquidez como en España."Descartado el método alemán, que sirvió en su momento pero compromete las cuentas futuras, habrá que buscar nuevos instrumentos de financiación, como los bonos de infraestructuras que ya existen en otros países y agradan a la banca", explicó el director gerente de ForoPPP, Miguel de la Fuente.Y en esos nuevos mecanismos deben quedar delimitados de forma muy clara los riesgos que asume el inversor privado y los que quedan en el ámbito público, añaden las mismas fuentes.Por último, esta asociación reclamó que se abra la colaboración público-privada a otra clase de infraestructuras, como son las obras hidráulicas, los equipamientos de Defensa o instalaciones dependientes de Justicia, como son sedes judiciales y de Interior, comisarías y cárceles. Los expertos harán llegar todas estas propuestas a los nuevos responsables de Fomento y Hacienda en los próximos días.