Reguladores europeos piden a Google parar su nueva política de privacidad
Las agencias de protección de datos europeas han pedido a Google por escrito que paren la introducción de su nueva política de privacidad. Quieren analizar primero si sus propuestas protegen suficientemente los datos personales de los usuarios.
El Grupo de Trabajo del artículo 29, que agrupa a las agencias de protección de datos de los distintos países europeos, ha pedido a Google por escrito que pare la introducción de su recientemente anunciada nueva política de privacidad. Aseguran que quieren analizar si las propuestas del gigante de Internet protegen suficientemente los datos personales de los usuarios.
La multinacional estadounidense desató una fuerte polémica hace dos semanas cuando anunció que a partir del 1 de marzo cambiaría su política de privacidad. La compañía, que hasta ahora almacena en bases de datos distintas la información de sus usuarios en función de los servicios que utilizaba (Gmail, Google+, Picasa, Youtube...), desveló su intención de unificar todos estos datos. Una medida que implica que la compañía podrá integrar toda esa información personal, cruzarla y aprender así más de cada usuario.
Aunque la compañía insiste en que busca tratar al usuario como un usuario único a través de todos sus productos para dar "una experiencia de Google más rica, simple e intuitiva", el Grupo de Trabajo del artículo 29 asegura que es necesario examinar más a fondo los planes del buscador antes de que su nueva política entre en vigor. La compañía ya ha empezado a avisar a sus usuarios del cambio cuando estos se conectan a sus diferentes servicios.
Este grupo ha enviado una carta al presidente ejecutivo de Google, Larry Page, diciendo que dada la amplia gama de servicios que la compañía ofrece, y la calidad de estos, "los cambios en su política de privacidad pueden afectar a muchos ciudadanos en la mayoría o en la totalidad de los estados miembros de la UE". "Nos gustaría comprobar las posibles consecuencias para la protección de datos personales de estos ciudadanos de forma coordinada (...) y pedimos una pausa en el interés de asegurar que no puede haber malentendidos sobre los compromisos de Google con los derechos de la información de sus usuarios y los ciudadanos de la UE, hasta que hayamos completado nuestro análisis", añadió.
La autoridad francesa de protección de datos será la que esté a cargo de la investigación, según informa Europa Press. Y la iniciativa cuenta con el apoyo de la comisaria europea de justicia Viviane Reding. La multinacional se ha mostrado, por su parte, sorprendida y contrariada por la acción, puesto afirma que había informado de los cambios a las autoridades oportunas sin recibir ninguna opinión contraria, según el portavoz de Google en Bruselas, Al Verney.
Con la acción de los responsables europeos de protección de datos, la polémica en torno a los cambios en la política de privacidad de Google continúa. La compañía también tuvo que acudir este jueves al Congreso de EE UU para explicar las medidas, después de que numerosos políticas cuestionaran la decisión del buscador. El temor más general es que Google pueda relajar su exigencia en privacidad a cambio de ganar más anunciantes. Igualmente, hay muchas personas que reclaman el derecho de los usuarios a negarse a que la compañía unifique los datos de los distintos servicios, algo que para otros expertos es legal.
La iniciativa del Grupo de Trabajo del artículo 29 llega, además, justo días después de que la Comisión Europa haya hecho pública su nueva legislación comunitaria sobre protección de datos, donde Europa se arma para evitar el uso fraudulento de datos privados. Y es que esta nueva norma, que dictará cómo las compañías deben manejar la información personal de sus empleados y de sus clientes, puede desembocar en multas millonarias para las compañías, en caso de vulneración grave.
Gonzálo Martín, director de Territorio Creativo, ya advirtió a CincoDías tras conocerse los cambios planteados por Google que se está ante un conflicto de difícil equilibrio. "Por un lado, los servicios aparentemente gratuitos de la red [como los ofrecidos por Google] necesitan vender publicidad para financiarse y, sin datos que produzcan una publicidad relevante, los anunciantes encontrarían menos valor y estarían menos dispuestos a pagar por dicha publicidad". La contrapartida, añadía Martín, es que, para que sea relevante, cuantos más datos se tengan de la conducta, relaciones personales e intereses de la persona, más eficiente se será, "porque personalizará más el servicio (algo en teoría, bueno para el usuario) y porque se conocerá mejor qué publicidad ofrecer". "Todo ello crea efectivamente un problema serio de amenaza a la intimidad personal que dependerá de la ética del proveedor del servicio", subrayó.
La solicitud de las agencias europeas de protección de datos se suma también a la campaña de publicidad emprendida por Microsoft en EE UU donde alerta a los usuarios del buscador de los "riesgos" que corren sus datos si siguen utilizando los productos de su competidor y les anima a utilizar productos del gigante de Redmond.