El automóvil pedirá al Gobierno que las ayudas a la compra sean en el IVA
Las cuatro grandes asociaciones del automóvil en España -Anfac, Aniacam, Faconauto y Ganvam- ultiman un documento conjunto para proponer al Gobierno un plan de ayudas a la compra del automóvil. El texto, que todavía se está debatiendo internamente, se centra en que las ayudas públicas no se gestionen como un pago directo, sino descontado del IVA del vehículo que los concesionarios compensarían mediante cuentas corrientes tributarias.
El próximo viernes 10 de febrero, las dos asociaciones de marcas de automóvil, Anfac (fabricantes) y Aniacam (importadores), y las dos que representan a los concesionarios, Faconauto y Ganvam, tienen concertada una reunión con el fin de avanzar en una propuesta conjunta al Gobierno para que este apruebe un plan de ayudas a la compra del automóvil.
Fuentes conocedoras de las negociaciones afirman a CincoDías que el sector no quiere caer en los problemas que surgieron a la hora de gestionar las ayudas del anterior Plan 2000E, que se abonaron a los concesionarios con demora y mediante un complejo sistema. En aquella ocasión se contrataron los servicios de la fundación Fitsa, ligada al Ministerio de Industria, para que gestionase las ayudas de forma telemática. Ante un previsible nuevo plan, el sector quiere retomar el sistema de ocasiones anteriores, como el Prever, donde la ayuda pública se descontaba del IVA que soporta la compra del coche. En la actualidad, la mayoría de las adquisiciones de vehículos está gravada con un 18% salvo raras excepciones. El abono a los concesionarios se realizaría compensando este coste en sus liquidaciones periódicas de IVA mediante una cuenta corriente tributaria.
Otra de las pretensiones que el sector está barajando solicitar al Gobierno es dejar fuera de las ayudas a las comunidades autónomas, evitando el caos que entrañó el Plan 2000E cuando diversos Gobiernos regionales se negaron a secundar el programa de ayudas generando diferencias regionales y una mayor complejidad en la tramitación de los pagos. La idea sería compartir el coste financiero entre la Administración central y las marcas de automóviles que, de hecho, ya afrontan esfuerzos comerciales importantes en la promoción de sus modelos.
Evitar tiempos muertos
Las asociaciones temen que el anuncio de un futuro plan de ayudas paralice las ventas, pues potenciales clientes diferirían la compra en espera de las ayudas. Por ello, pretenden que el programa tenga carácter retroactivo desde el mismo día en que el Gobierno diese a conocer el plan, de tal forma que los automóviles que se adquieran a partir de ese momento entrasen bajo este paraguas financiero. De esta forma no se generaría un parón de la actividad comercial hasta que se pusiese en marcha el sistema de ayudas.
Las fuentes consultadas declaran que de momento no se ha establecido el montante de las ayudas que podrían solicitar al Gobierno. No obstante, directivos de algunas marcas han expresado en diversas ocasiones su interés por que el plan tenga un carácter estructural y no coyuntural, pues el fin último es revitalizar un parque que ronda los nueve años de antigüedad media. Aunque eso implicase ayudas menores.
Tampoco han determinado a qué instancia gubernamental presentarán el documento petitorio, aunque apuntan al Ministerio de Economía que dirige Luis de Guindos -más concretamente a la Secretaría de Estado de Comercio- y al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Esgrimirán ante ellos la importancia del sector en el PIB, los ingresos fiscales que obtendrían las Administraciones públicas y el mantenimiento del empleo.
Las cifras
60 millones fue la ganancia fiscal neta que obtuvo el Gobierno con las dos ediciones del Plan 2000E solo por IVA. La recaudación que aportó el aumento de coches vendidos con el plan fue de 300 millones y el coste para el Estado se cifró en 240 millones.155.000 coches se vendieron por las ayudas sumando las ediciones de 2009 y 2010.