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Busca una solución desesperada

La autopista Cartagena-Vera se sitúa al borde del concurso de acreedores

Negocia in extremis el aplazamiento de 500 millones de deuda.

Enésima emergencia en el negocio de las autopistas de peaje en lo que parece una ruleta para ver cuál es la primera que entra en concurso de acreedores. La sociedad concesionaria Aucosta, participada por Ploder, Globalvía, Unicaja, BMN y CAM, está en máximas dificultades para aplazar la deuda que respaldó la construcción de la autopista murciana Cartagena-Vera en 2004.

La empresa negocia con sus bancos una pequeña prórroga para poder refinanciar en mejores condiciones un crédito que asciende a 500 millones y que vencía ayer.

Como ha sucedido en el caso de la madrileña Radial 4, explotada por Ferrovial y Sacyr, Aucosta quiere ganar unos meses para acceder a las ayudas que el sector está reclamando al Ministerio de Fomento. La principal vía de solución demandada es la ampliación a 20 años de las cuentas de compensación que fueron articuladas en la pasada legislatura por un periodo de tres años. Estas vienen a salvar la diferencia entre los ingresos por tráfico real y el previsto por la Administración cuando se firmó el contrato de concesión. La otra herramienta utilizada hasta ahora en busca del reequilibrio económico de las concesionarias son los créditos participativos, cuyo objetivo es aliviar la carga de los sobrecostes por las expropiaciones de suelo.

Agonía

Aucosta puso en operación la Cartagena-Vera en 2004 con un periodo de explotación de 36 años. Cuando en el sector se especulaba con su complicada situación económica, fue la propia empresa la que comunicó el pasado diciembre que se veía abocada a la quiebra si no conseguía refinanciar el crédito por 500 millones firmado con un sindicato bancario, en el que se encuentran Santander, RBS, Banesto, Unicaja o Ahorro Corporación, entre otros.

Su problema, como el de tantas otras autopistas, es la falta de tráfico de pago. La empresa declara una media de 1.949 vehículos diarios en 2011 (un 75% por debajo de las estimaciones oficiales), lo que supone una caída del 7% respecto al año anterior.

De momento, la banca no está por la labor de respaldar unas infraestructuras en crisis y con dudoso futuro a medio plazo. En el caso de la citada Radial 4, un grupo de 29 acreedores dio el pasado 17 de enero, y tras reiteradas prórrogas, un mes y medio de vida a la deuda de 550 millones a la espera de los primeros movimientos de Ana Pastor al frente de Fomento.

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