El acuerdo entre Thyssen y Outokumpu mete presión a Acerinox
ThyssenKrupp y Outokumpu han cerrado hoy la fusión de sus actividades de acero inoxidable, en una operación valorada en 2.700 millones, que creará a un grupo líder del sector en Europa y que mete presión a su rival español Acerinox.
Los planes se cumplen y el sector del acero inoxidable avanza hacia la concentración en Europa. El gigante industrial ThyssenKrupp ha decidido vender su filial en este negocio (Inoxum) al grupo finlandés Outokumpu, en una operación valorada en 2.700 millones de euros.
El acuerdo supone la creación de un grupo que será líder en el negocio del inoxidable en Europa, con una cuota de mercado cercana al 50%, según prevén los analistas de Nomura. A cambio de la venta de Inoxum, Thyssen mantendrá una participación del 29,9% en el nuevo grupo, recibirá un pago en efectivo de 1.000 millones de euros, un pagaré por 235 millones y endosará todas las obligaciones financieras y de pensiones de su filial (equivalentes a unos 422 millones) a Outokumpu.
El acuerdo ha recibido el apoyo de los representantes de los trabajadores después de que se pactaran garantías para tratar de proteger el empleo.
Así, Outokumpu se ha comprometido a mantener todas la plantas de Inoxum en Alemania, al menos, hasta finales de 2015. Las únicas excepciones serán la fábrica de Krefeld, que cerrará en diciembre de 2013, y la fundición de Bochum, que no tendrá que seguir abierta al menos hasta que acabe 2016. Esto se traducirá en un recorte de empleo que afectará a 850 trabajadores y a la retirada de 1,4 millones de toneladas de capacidad de producción del mercado.
Esperado por el sector
La compra es una buena noticia para un sector que, en Europa, sufre desde hace años un exceso de capacidad que está lastrando la competitividad de las compañías. La consultora especializada MEPS estima que la sobrecapacidad existente en el mercado europeo ronda los 2,5 millones de toneladas, es decir, el 25% de la capacidad de producción existente en el continente.
El grupo resultante de la compra de Inoxum rondará los 18.000 empleados y tendrá una facturación cercana a los 10.000 millones de euros. La operación es interesante para Outokumpu ya que le da acceso a nuevos mercados del centro y sur de Europa y sin apenas solapamientos.
El grupo finlandés, que espera lograr unas sinergias en los costes de 225-250 millones para 2017 como muy tarde, es una de las compañías clave del sector del inoxidable en Europa. Con cerca de 8.000 trabajadores, sus principales plantas de producción están en Finlandia, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos. Su red comercial abarca una treintena de países.
La integración de Thyssen y Outokumpu puede servir para impulsar nuevas operaciones de este tipo en el sector del inoxidable, en la que podría verse embarcada Acerinox. Los analistas de este negocio consideran más que factible una unión de las actividades del grupo español con Aperam, la antigua división de inoxidable de ArcelorMittal.
En principio, Aperam es la empresa que tiene más necesidad de generar escala y crecer, ya que sus plantas son más pequeñas y cuentan con una ubicación menos favorable que las de sus rivales para reducir costes. Si se combinara con Acerinox, su presencia en el centro de Europa se complementaría con la actividad que su rival tiene en España, y el negocio de Brasil, con la producción de Acerinox en Estados Unidos.
En todo caso, la fusión anunciada hoy también puede resultar beneficiosa tanto para Acerinox como para Aperam, que aprovecharán para captar mercado mientras su rival digiere la integración. Los analistas de Credit Suisse consideran que esto también tendrá reflejo en Bolsa: el grupo español podría mejorar su capitalización hasta en un 15% y Aperam, hasta en un 35%.