¿Los banqueros no tienen conciencia? El presidente del RBS renuncia a 1,6 millones
Los escándalos de banqueros nacionales y extranjeros que se embolsan salarios multimillonarios por gestiones que en algunos casos han sido ruinosas se suceden día tras día. Pero también hay otros ejemplos.
El presidente del Royal Bank Of Scotland (RBS), Philip Hampton, ha renunciado a una prima valorada en 1,4 millones de libras (unos 1,6 millones de euros) en acciones que iba a recibir a finales de este año, según ha informado la cadena pública británica BBC.
Este canal asegura que el directivo indicó al comité de remuneraciones de ese banco, parcialmente nacionalizado durante la crisis financiera y que pertenece ahora al Estado en un 82%, que recibir esa bonificación no sería apropiado.
Cuando Hampton se incorporó al RBS en febrero de 2009 se le otorgó un incentivo de 5,17 millones de acciones además de su salario, presuntamente parte de un paquete de remuneración negociado entonces.
La renuncia de Hampton sale a la luz cuando aún está muy reciente la controversia generada por la prima de 963.000 libras (1.145.000 euros) asignada al consejero delegado de esa entidad bancaria, Stephen Hester, una decisión muy criticada por el Partido Laborista, el principal grupo de la oposición.
El líder laborista, Ed Miliband, criticó hoy en un comunicado al primer ministro, David Cameron, por "congelar el salario de una enfermera o de un portero de hospital mientras permite primas millonarias en un banco parcialmente nacionalizado".
El Gobierno de coalición considera en este caso que la decisión de aceptar o renunciar a esa compensación económica corresponde al propio Hester.
Un portavoz de Downing Street, residencia y despacho oficial del jefe del Ejecutivo británico, explicó que la paga de la prima a Hester obedece a lo estipulado en un contrato firmado en 2009.
En medio de esa polémica, el ministro británico de Finanzas, George Osborne, dijo ayer que la alternativa del Gobierno de asumir el control completo del RBS e invalidar la junta directiva terminaría costando más dinero al contribuyente.