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La reestructuración financiera

La Caixa condiciona su papel en fusiones al control de mando y a la obra social

Se muestra dispuesta a participar en una operación a cambio de moderación en la exigencia de provisiones.

La Caixa condiciona su papel en fusiones al control de mando y a la obra social
La Caixa condiciona su papel en fusiones al control de mando y a la obra socialEFE

La Caixa no se esconde. La primera caja de ahorros española, que el viernes presentó los resultados anuales de CaixaBank -su filial bancaria-, ve con buenos ojos la iniciativa del Gobierno de promover una segunda oleada de fusiones en el sector bancario.

El presidente del grupo, Isidro Fainé, dejó muy claro, ante las insistentes preguntas sobre una posible fusión con Bankia, que no hay ningún tipo de negociación formal aunque sí reconoció que "todo el mundo habla con todo el mundo". El directivo aseguró que en La Caixa "estamos abiertos a todo, dentro y fuera de España", pero con unas normas muy concretas. En primer lugar, la obra social: "Cualquier operación estará condicionada al mantenimiento de la obra social, que es nuestra verdadera razón de ser", apuntó Fainé. La entidad catalana ha presupuestado 500 millones de euros de fondos para estos fines en 2012, el mismo importe que en los ejercicios precedentes, pese a haber registrado una caída de su beneficio.

La segunda condición es que La Caixa mantenga el control del banco resultante. Una operación de fusión implicaría un aumento de capital en CaixaBank, pero la entidad original, la matriz, debería seguir mandando tras la integración. El directivo ha recordado que, con los cambios legislativos introducidos recientemente por el Gobierno, sería posible que La Caixa ostentara menos del 50% de CaixaBank sin perder su estatus de caja de ahorros.

Preguntado por la posibilidad teórica de una fusión con Bankia, el consejero delegado y vicepresidente de CaixaBank, Juan María Nin, respondió en línea con lo defendido con Fainé, señalando que, en el plano de los futuribles, una fusión permitiría contar con una obra social más fuerte. "Más tamaño y por tanto la posibilidad de más carbón y más leña para la máquina".

El tándem directivo de la entidad catalana negó el viernes haber recibido presiones del Gobierno para participar en la nueva ronda de fusiones, pero reconoció la importancia de completar el saneamiento y reestructuración del sector bancario.

Una de las piedras de toque de la reforma será la obligación de exigir a la banca provisiones adicionales para cubrir la depreciación del ladrillo. Aunque CaixaBank demostró contar con músculo financiero suficiente para hacerse cargo, Fainé reclamó al Gobierno prudencia con la nueva normativa. "Si hay que adelantar el calendario de provisiones, lo haremos, pero las nuevas exigencias no deben ser descomunales. Creemos que estamos en la línea correcta".

Sobre la posibilidad de realizar nuevas dotaciones, Fainé explicó que los activos inmobiliarios se han depreciado en España un promedio del 35% desde el inicio de la crisis, y en el caso de la vivienda, la pérdida de valor puede llegar al 50% o 60%. Las entidades financieras deben "provisionar hasta estos baremos". Más abajo no le parece "lo más correcto", puntualizó.

El borrador sobre las nuevas provisiones que está elaborando el Ejecutivo llega a contemplar que se provisionen los suelos rústicos en un 85%.

CaixaBank obtuvo en 2011 un resultado atribuido de 1.053 millones de euros, lo que supone una reducción del 13% respecto a 2010. La entidad destinó a dotaciones (recurrentes y extraordinarias) y a otros saneamientos extraordinarios 3.119 millones de euros.

La cartera de inmuebles de CaixaBank -derivada de las adjudicaciones por la gestión de la cartera de créditos- ascendía a 31 de diciembre de 2011 a 1.140 millones de euros netos (más 55 millones en alquileres), con una cobertura del 36%. Del total de la cartera, un 14% corresponde a suelo, con una cobertura del 62%, y la cobertura total de los activos inmobiliarios problemáticos es del 45%, entre las mejores del sector financiero. Además, el pasado año la entidad redujo un 14,6% el crédito a promotores inmobiliarios (hasta 22.438 millones), reduciendo así su exposición al sector (26% desde 2008).

Sobre el saldo de crédito a promotores que mantiene la banca española en su balance, en el mismo nivel de hace cuatro años, Nin justificó "que se han ido acabando obras y ha habido mucha refinanciación".

Respecto al futuro, Nin alertó de que si no hay recuperación económica, la morosidad "va a ser un peso en las entidades financieras y en la economía española". A finales de 2011 la morosidad media del sector financiero supera el 7,5%. En CaixaBank cerró el año en el 4,9%, con un 1,48% de impagos en vivienda de particulares (1,4% en 2010), frente a un 25,84% en promotores (15,52% en 2010).

El presidente de La Caixa y CaixaBank, Isidro Fainé, también pidió al Gobierno español que lleve a cabo reformas estructurales para frenar la caída de la economía y mejorar las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), que augura una caída del producto interior bruto (PIB) español del 1,7% en 2012. "Aunque el FMI prevé una recesión considerable, si hacemos los deberes, la recesión, o más bien la desaceleración, será más suave", aseguró Fainé. El presidente de La Caixa pidió que se tomen decisiones "que combinen austeridad y crecimiento".

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