González-Páramo: "Estoy seguro de que mi futuro tiene que ver con mi pasado"
El Consejero del Banco Central Europeo, José Manuel González-Páramo, no ha querido aportar muchos detalles sobre su futuro una vez que finalice su mandato el próximo mes de mayo.
"Yo estoy seguro de que mi futuro tiene que ver con mi pasado. Y mi pasado ha estado vinculado a las entidades financieras y a los bancos centrales, pero también a la docencia", apuntó. Con esta declaración, el Consejero del BCE, José Manuel Gonzáles-Páramo respondía a la pregunta de cuál será su futuro después de que finalice su mandato en mayo. Algunos le postulan como candidato a suceder al Miguel Ángel Fernández Ordóñez al frente del Banco de España.
González-Páramo se mostró partidario de "revisar la estructura del sector público español" y, en concreto, de los servicios transferidos a las comunidades autónomas, que en algunos casos son "difíciles de mantener".
En una entrevista en TVE, el miembro del Comité Ejecutivo del BCE explicó que en una situación como la actual, en la que existe un importante desvío en el déficit, "debemos revisar cuál es el sector público que nos podemos permitir".
El debate, en su opinión, no debe centrarse en "de dónde saco el dinero" para corregir el desvío, sino en revisar "el modelo de financiación de todos los niveles" de la administración. En España "hemos construido un sector público que no podemos financiar", aseguró.
El consejero del BCE, que concluye su mandato a finales de mayo, cree que se deben revisar las competencias transferidas a las comunidades autónomas y abrir la posibilidad a que compartan determinados servicios, porque hay transferencias que "son difíciles de mantener".
Por tanto, "habrá que ver si podemos poner en marcha servicios en común, o construir iniciativas compartidas" entre las comunidades autónomas, indicó.
Aunque reconoció que subir impuestos es impopular y provoca rechazo, aseguró que las "comunidades autónomas tienen que ser más corresponsables desde el punto de vista fiscal. Ofrecen cada vez más servicios públicos, y eso hay que pagarlo".
En la entrevista se refirió también a las dificultades que puede afrontar España para lograr este año el objetivo de déficit del 4,4 por ciento a finales de este año, pero aun así se mostró partidario de aferrarse a esta meta.
"El camino a la disciplina fiscal es duro, pero no pensemos que la distancia que hay entre un déficit del 8 por ciento y otro del 4 por ciento no ha sido salvada antes en Europa. Otros países lo han hecho ya", declaró.
"La credibilidad sólo se gana aferrándose al objetivo. Si con el tiempo éste se cambia, entonces se verá, pero de momento el compromiso debe ser inflexible. Y quedan muchos días este año para ir acercándonos a ese objetivo", dijo.