"El mercado ha sido muy amable con España y demasiado duro con Italia"
Philippe Mimran, jefe de inversiones de la gestora francesa La Française, una firma subsidiaria de Crédit Mutuel, que tiene 35.500 millones de euros en activos bajo gestión, conversa con Cinco Días sobre la situación actual de mercado. En su opinión, España afronta desafíos incluso superiores a los de Italia y añade que Portugal no caerá en la suspensión de pagos en los próximos años. Y en un entorno de dificultades e incertidumbres, apunta que en Bolsa hay oportunidades para lograr rentabilidades del 20%.
¿Qué ocurre con las negociaciones en Grecia?
Los acreedores no quieren ir más allá de una quita del 50%. La otra cuestión es lo que recibirás por el 50% restante. Puede que el valor nominal de los bonos canjeados sea un 30-35% inferior al actual. El mercado, de momento, trabaja con la hipótesis de que será una quita voluntaria.
¿Qué ocurriría si se activaran los CDS?
Su volumen neto es muy bajo. Estamos hablando de unos 3.000 millones de euros. Las consecuencias directas financieras son pequeñas. Pero el impacto psicológico es impredecible.
¿Cuál es el problema con que los acreedores sufran pérdidas? Al fin y al cabo, toda inversión lleva riesgos.
Es cierto. En cualquier inversión hay que asumir el riesgo de incurrir en pérdidas. Pero el problema no es Grecia. El problema es la credibilidad de los políticos. Se dijo que no iba a haber participación del sector privado y esa posición ha ido cambiando.
¿Por qué es tan importante que hubiera un acuerdo ahora?
Grecia afronta un pago de 14.000 millones de euros el próximo 20 de marzo. El interés por alcanzar un acuerdo de quita en estos momentos es porque la intención es incluir esos vencimientos dentro del acuerdo y hacer que se reduzcan. Ya se intentó el año pasado con otros vencimientos, cuando se hizo una oferta de quita voluntaria del 20%, que finalmente no se puso en práctica.
En el mercado, se está descontando un impago por parte de Portugal. ¿Cree que esto ocurrirá?
Eso es lo que implican los precios del mercado, pero creemos que Portugal no incurrirá en un impago en los próximos años. La hoja de ruta es muy dura para Portugal. Sobre todo si se compara con un país como Irlanda, se puede decir que es incluso injusta y ciertamente es insostenible reducir el déficit cuando se está en recesión. Pero estamos convencidos de la solvencia política de Portugal y de que cumplirán con sus compromisos.
¿Qué le parece la situación de España e Italia?
Son dos países muy distintos. Siento decir esto, pero creo que el mercado ha sido muy amable con España y demasiado duro con Italia. El volumen de deuda de España es pequeño, pero el déficit es muy alto. También es elevada la deuda del sector privado. Aparte de eso, la exposición de la banca al sector inmobiliario, del que puede ser que los precios caigan mucho, nos hace pensar que no está claro que los balances de los bancos estén limpios. Hay demasiada incertidumbre. Si los tipos de interés de la deuda soberana española han bajado es porque España tiene que emitir poca deuda y los bancos españoles han comprado mucha deuda. Italia es lo contrario: una deuda muy elevada, herencia de los años ochenta y noventa, pero las compañías y los inversores privados en general no están endeudados. Italia además tiene superávit primario, por lo que el esfuerzo que tiene que hacer es inferior al de España. Italia no está en recesión y si el euro se deprecia, Italia será el país que más se beneficiaria de esa situación. La industria del norte de Italia es un competidor directo de lo países asiáticos. En Italia veo una posibilidad clara para salir de la crisis. En España, el camino es mucho más duro.
¿Qué espera del tipo de cambio del euro?
Nuestra previsión es que el tipo de cambio alcance un nivel de 1,15-1,20 euros por dólar. Es perfectamente alcanzable sin necesidad de que ocurra ningún gran acontecimiento. Hay que tener en cuenta que EE UU crecerá entre 2 y un 2,5% y que las economías asiáticas también mantendrán una buena tasa de crecimiento.
¿Y qué ocurrirá en la eurozona?
Nuestra predicción es que habrá una divergencia entre el norte y el sur. En este momento estamos en recesión, pero esperamos una recuperación en la segunda parte del año, que nos lleve a un crecimiento plano en el conjunto del año.
¿Y en los mercados de renta variable?
Somos optimistas. Hay varias razones para ello. La posición en el mercado es muy ligera, quiero decir que hay mucha gente fuera y por lo tanto hay un margen amplio para que entren inversiones. Por otra parte, se está reduciendo el ritmo de revisiones de beneficios. Estamos acercándonos a un momento en el que hay un punto de inflexión en los mercados.
¿Y qué cifra habría que poner a esos retornos esperados?
Es perfectamente esperable lograr una rentabilidad del 20%.
¿Habrá una divergencia en los mercados bursátiles europeos como la que habrá en cuanto al crecimiento económico?
Es algo que ya está ocurriendo, si se compara con el Dax y Euro Stoxx con el Ibex, y podría seguir ocurriendo.
¿Hay algunos sectores que les interesen particularmente?
Somos particularmente optimistas en los mercados emergentes. Dentro de Europa, apostamos por aquellas compañías cuyos ingresos están más expuestos a los mercados emergentes. En términos de sectores, nos gusta la parte más cíclica de los índices. Por ejemplo, recursos básicos, bines y servicios industriales, bienes de hogar y personales... El sector financiero parece interesante, pero también es más peligroso.