Salir de vinos por las bodegas
El enoturismo se ha hecho un hueco en el mundo del vino y cada vez son más los que se acercan a las bodegas a conocer el proceso de elaboración de los caldos y a disfrutar de una copa junto a los viñedos asesorados por enólogos y expertos.
"El vino es un ser vivo, y como tal nace, crece y muere", o al menos eso dicen los entendidos en enología. De la viña a la copa, este producto se trata con sumo cuidado para conseguir caldos que merezcan la atención de los más selectos críticos y expertos. Sin embargo, para gustos están los colores y la elección del mejor vino no deja de ser algo muy personal. Como para decidirse por uno, lo mejor es probar, les proponemos un recorrido por algunas bodegas españolas que ofrecen visitas guiadas por sus viñedos y muestran todo el proceso de elaboración del vino. Como no podía ser de otra manera, el recorrido termina con una cata para que cada paladar juzgue si el caldo entra en su particular ranking.
Bodegas López de Heredia: Fundadas en 1877 por Don Rafael López de Heredia, fueron las primeras bodegas de Haro y unas de las tres primeras de toda La Rioja. Conservan la manera tradicional de elaborar el vino y como muestra de ello destaca la tonelería artesanal, la única que queda en una bodega española. La bodega, excavada a pico en la roca, va a dar al río Ebro. Tras la visita se pueden degustar dos copas de vino reserva, una de tinto y una de blanco, acompañadas de un aperitivo. El precio es de 10 euros que se pueden recuperar comprando algo en su tienda.
Bodegas Monte la Reina: Apuestan, en contraste con las bodegas López de Heredia, por la modernidad. Sus vinos tienen la Denominación de Origen Toro, al sudeste de la provincia de Zamora, y están elaborados con la variedad de uva "Tinta de Toro". Según nuestro grado de conocimiento de la enología podemos realizar diferentes visitas, con precios que van de los 6 a los 100 euros. La bodega cuenta además con un restaurante y una sala de convenciones con capacidad para 400 personas.
Bodega Los Aljibes: En mitad de la llanura manchega, en Chinchilla de Montearagón, provincia de Albacete, se encuentra esta finca donde, junto a sus vinos con denominación Tierra de Castilla, se crían caballos de pura raza española. La visita básica a esta joven bodega (incluida la degustación de uno de sus vinos) cuesta 6 euros, aunque existe la posibilidad de realizar una visita completa por los viñedos de Los Aljibes en un coche de caballos (precio: 20 euros). Su Selectus 2007 ha encontrado un hueco en la lista de los mejores vinos españoles elaborada por el afamado crítico estadounidense Robert Parker. Sus rosados los podrá encontrar el El País Club de Vinos.
Bodegas González Byass: Este grupo posee varias bodegas repartidas por España: en Barcelona (Alto Penedés), en La Rioja, en Toledo, en Huesca y, quizás las más conocidas, en Jerez de la Frontera (Cádiz). Allí se elabora el fino Tío Pepe. Por 10 euros se pueden visitar sus extensos viñedos y jardines, además de la bodega, y terminar degustando un jerez y unas tapas. En la misma excursión se puede hace un recorrido por la ruta del brandy. Las bodegas Tío Pepe fueron seleccionadas como las mejores del mundo en 2010.
Bodegas Andrés Díaz: Para los que no pueden alejarse mucho de la capital también hay opciones. Esta pequeña bodega situada en Navalcarnero, a unos 35 kilómetros al suroeste de Madrid, se dedica al enoturismo desde hace dos años. Marcos Lucas es ya la quinta generación de la familia que gestiona la empresa, que echó a andar a principios del siglo XX. Organizan recorridos por su bodega para mostrar todo el proceso al que se someten sus caldos y ofrecen un aperitivo con degustación que a veces, según Lucas, termina convirtiéndose en una comida. "Todo depende de lo que el cliente se quiera gastar", explica. El recorrido tiene un precio inicial de entre 5 y 10 euros. Utilizan tres tipos de uva: tempranillo, garnacha y cabernet Sauvignon.