Bruselas se resiste a prolongar los plazos para reducir el déficit
La Comisión Europea reiteró ayer la exigencia de que España cumpla los objetivos de ajuste presupuestario marcados para 2012 y 2013 con independencia de la recesión en ciernes. El ministro español de Economía, Luis de Guindos, acató, "de momento", esas instrucciones.
El primer asalto por la relajación de la austeridad en la zona euro se saldó ayer con la victoria de los partidarios de mantener invariable el calendario de consolidación fiscal. "Dado que estamos en una crisis de confianza, considero esencial que se recupere la sostenibilidad de las finanzas públicas y que se cumplan los objetivos de déficit marcados para 2012 y 2013", señaló el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ante la posibilidad de recalibrar en España esos compromisos en función de las nuevas previsiones de crecimiento. La intransigencia comunitaria se visualizó el mismo día que los ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin) debatieron por primera vez la necesidad de combinar el ajuste presupuestario con la adopción de medidas para recuperar el crecimiento. Y el propio Rehn reconoció que "la economía europea continuará su ralentización durante el primer semestre de este año y la recuperación se retrasa hasta la segunda mitad del año".
El ministro español, Luis de Guindos, que se estrenaba ayer en el Ecofin, aseguró después que "se nota en las diferentes delegaciones que hay una voluntad clara de fomentar el crecimiento en Europa". De Guindos auguró que ese debate dominará la próxima cumbre europea del 30 de enero.
De Guindos matiza
A falta de ese debate al máximo nivel, que servirá a Mariano Rajoy de estreno en Bruselas como presidente del Gobierno, De Guindos enfatizó ayer el compromiso del Ejecutivo con la disciplina presupuestaria. "El objetivo de déficit para 2012 es 4,4% y no hay modificación, quiero que eso quede claro", señaló el ministro. De Guindos, sin embargo, también dejó claro que tanto ese objetivo como el de 2013 (3%) solo son las referencias "en estos momentos". Su matización se pliega al deseo de Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, partidario de revisar el ajuste tomando en cuenta que la economía española sufrirá una caída del 1,5% este año, en lugar del crecimiento previsto hasta ahora. El FMI señaló ayer que, en estas condiciones, España cerrará este año con un déficit fiscal del 6,8%, y 2013 con el 6,4% (frente al 3% exigido por Bruselas).
La reforma de la zona euro roza la incoherencia
El Ecofin dio ayer un nuevo paso hacia la reforma de la zona euro en materia disciplinaria y de mecanismos de defensa (fondos de rescate), pero el debate de los ministros de Economía puso de manifiesto que ambos proyectos entran en contradicción.Por un lado, Bruselas desea poder forzar el rescate de un país. Por otro, se pretende vetar las ayudas a los países que se nieguen a ratificar el nuevo tratado disciplinario. Y por último, los fondos de rescate parecen insuficientes y Alemania se niega a ampliarlos.Luis de Guindos, el novato del Ecofin, se percató a la primera de la probable incoherencia. Lo peor, advirtió, sería que un país pidiese ayuda y después no estuviera disponible. "Es realmente importante que se decida sobre una recomendación para un rescate de tal manera que, cuando un Estado miembro solicita rápidamente ayuda financiera, seamos de verdad capaces de dárselo", señaló. Los ministros pidieron que, al menos, los trámites para forzar una intervención sean confidenciales.De Guindos pidió que la información que tengan que suministrar los países a la CE "tenga sentido y no cree ningún obstáculo innecesario", al tiempo que consideró que todos los Estados de la eurozona deben tener que ser supervisados.