Las élites financieras buscarán en Davos la receta contra una nueva recesión
Las élites económicas y financieras regresan la semana entrante a la estación alpina de Davos (Suiza) para debatir recetas que permitan hacer frente a una nueva recesión y encontrar una salida airosa al capitalismo en el siglo XXI.
La cita de Davos, organizada por el Foro Económico Mundial (WEF), se plantea con el objetivo de "ser un gigantesco brainstorming", en un momento en el que la crisis económica y financiera vuelve a presentar su cara más inquietante ante la perspectiva de una segunda recesión.
Han pasado más de tres años desde el estallido de la crisis en 2008 y las previsiones para 2012 invitan a un profundo pesimismo, frente al que el WEF quiere aportar ideas innovadoras, que se salgan del molde de las fórmulas aplicadas hasta la fecha.
"Ya no estamos ante un problema de acceso a los capitales, en un momento en el que el dinero casi es gratis, sino de falta de talento humano", manifestó el presidente del WEF, Klaus Schwab, en vísperas de la reunión, que convocará a 40 jefes de Estado y de Gobierno, a 1.600 representantes del mundo de la empresa, los sindicatos y las organizaciones no gubernamentales.
La reunión llega en un momento crucial para la zona euro, en medio de la negociación entre la banca internacional y Grecia, que tiene una deuda con la primera de 206.000 millones de euros, y en vísperas de la crucial cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, el día 29 en Bruselas, que tendrá como temas centrales el empleo y la disciplina fiscal.
La canciller alemana, Angela Merkel, inaugurará el Foro el miércoles, y por Davos pasarán también el primer ministro británico, David Cameron, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, su antecesor en el cargo, Jean Claude Trichet, y el ministro español de Economía, Luis de Guindos, entre otros.
En su informe anual sobre Riesgos Globales, el WEF consideró que "la falta de Gobierno" es una de las principales razones de que las economías no remontan tras la caída de 2008 y de que los mercados no confíen en la solvencia de la zona euro.
Según el Foro, los "malos Gobiernos" son responsables de que la globalización haya traído una mayor desigualdad social, la volatilidad cambiaria, las crisis fiscales, el endeudamiento de los países ricos o los desequilibrios de las balanzas comerciales.
Cara al futuro, estos problemas amenazan con una agudización del nacionalismo, el populismo y la fragmentación social, advierte el WEF, que ya en la edición de 2010 instó a los actores de esta reunión de dirigentes a tratar de refundar la economía de mercado.
"El capitalismo, en su forma actual, ya no encaja en el mundo. No hemos sabido aprender de las lecciones de la crisis del 2009. Urge una transformación global", explicó la semana pasada Schwab, fundador y director ejecutivo del FEM.
"La gran transformación: creando nuevos modelos" es el lema de este año, en la que se plantean cuatro temas de trabajo: crecimiento y modelos de trabajo; liderazgo y modelos de innovación; modelos de recursos y sostenibilidad; y modelos sociales y tecnológicos.
"Tenemos que encontrar nuevas líneas de pensamiento y dejar la manera habitual de hacer las cosas", dijo Schwab, que advirtió que en el contexto actual se corre el riesgo de avanzar hacia un modelo distópico.
La importancia de Davos reside principalmente en el poder de convocatoria que ha logrado el WEF en las últimas décadas.
Por el mayor centro de vacaciones de los Alpes suizos pasarán también entre los días 25 y 29 de este mes el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el presidente de México, Felipe Calderón, el presidente de Perú, Ollanta Humala, y el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli.
Acudirán asimismo la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, el presidente del Banco Mundial (BM), Robert Zoellick, y el secretario estadounidense del Tesoro, Timothy Geithner.
También está prevista la presencia del vicepresidente para Asuntos Económicos y Monetarios de la UE, Olli Rehn, el vicepresidente y comisario de Competencia, Joaquín Almunia, y el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schauble.
El movimiento "Ocupemos el WEF" ha convocado varios actos de protesta durante el Foro de Davos, donde ha construido iglús, con los que quiere simbolizar y representar el espíritu de las manifestaciones que en los últimos meses han ocupado las calles de cientos de ciudades de todo el mundo para pedir la construcción de una sociedad con mayor representación ciudadana.