Samsung, el gigante con hambre
Entre las muchas formas que hay para afrontar una crisis existen dos que destacan sobre las demás. Una es ponerse a cubierto y esperar a que escampe. La otra, en el polo opuesto, consiste en aprovechar la crisis como una oportunidad irrepetible y sacarle partido. Las empresas que optan por la primera están condenadas al fracaso más temprano que tarde, porque abrazan la estrategia contraria al emprendimiento, al carácter empresarial. Sin embargo, las que optan por sacarle provecho a la ocasión toman el camino de la acción. Porque desde su misma etimología una crisis representa un momento decisivo y de la estrategia elegida para salir de ella dependerá que la mutación sea o no para mejorar.
Tras cuatro años largos de crisis, hemos visto planes empresariales para todos los gustos. Pero en la mayoría de los casos, como en la política económica, se ha optado por el ajuste. Por eso tienen más valor iniciativas como la que acaba de anunciar Samsung. Aunque la incertidumbre subsista, lanzará un plan inversor histórico para este año, basado en su potencia financiera. Mientras gran parte de su competencia recorta inversiones y plantilla, el gigante surcoreano de la electrónica y las telecomunicaciones invertirá 32.600 millones de euros este ejercicio, en el que además creará 26.000 nuevos empleos en todo el mundo.