Manuel Fraga, 60 años de la historia política de España
El presidente fundador del PP, Manuel Fraga, ha fallecido hoy en su domicilio de Madrid a los 89 años de edad, y su papel en la vida política española ha sido elogiado de forma unánime por representantes de la práctica totalidad de partidos políticos.
Con la muerte de Manuel Fraga Iribarne se pone punto final a 60 años de la historia política de España. Su trayectoria fue clave tanto durante la dictadura de Francisco Franco como la posterior transición, la democracia, la creación del actual partido gobernante, del que fue fundador, y el Estado de las Autonomías. Su capacidad de supervivencia, su fuerte carácter y su determinación hicieron de él el único alto cargo del régimen de Franco que logró salir indemne y proseguir su carrera política.
Su salud se había agravado en los últimos días, ha fallecido a consecuencia de un fallo cardíaco, y por expreso deseo suyo será enterrado en la localidad coruñesa de Perbes, (A Coruña), en la que poseía una residencia.
Aunque tanto el Congreso, como el Senado y la Xunta se habían ofrecido a albergar la capilla ardiente del político gallego, su familia ha decidido que sus restos mortales permanezcan en su domicilio hasta que sean trasladados a Perbes.
Fraga padecía una infección respiratoria importante desde primeros de año a causa de un fuerte catarro y en el momento de su fallecimiento se encontraba rodeado de sus más familiares más cercanos.
Generaciones enteras se escandalizaban o se emocionaban con él. Millones de personas le odiaban o le veneraban. Fue jefe en la dictadura y en la democracia, que unos pensaban que contribuyó a crear, y otros que llegó a devaluar.
Su populismo, el del hombre que nunca tuvo que comprar un billete de autobús porque siempre anduvo en coche oficial, fue capaz de enardecer a las masas: a favor y en contra. Nadie en España se ha mostrado en sesenta años indiferente ante el "ciclón Fraga".
Hasta su retirada en 2011 fue el político en activo más viejo de Europa y sólo el tiempo y el petrolero Prestige lograron vencerle en Galicia, su último destino político, al que siguió vinculado con su designación como senador autonómico.
Un fascista, un gran español, un hombre trabajador, colaborador de Franco, "antigallego" o defensor de Galicia. Cualquier tipo de descripción, elogio o crítica dispar convivió durante decenios en bares, conciliábulos políticos o discusiones entre amigos para una abrumadora personalidad, el "León de Vilalba", a la que únicamente la ancianidad concedió el beneficio de la ternura.
Desde los 29
Fundador de Alianza Popular (AP) y ministro de Información y Turismo con el dictador Francisco Franco, Fraga promovió, entre otras cosas, la legalización de asociaciones y partidos políticos e impulsó la primera Ley de Prensa y la actual red de paradores de España.
Doctor en Derecho, Ciencias Políticas y Económicas, letrado de las Cortes y diplomático, Fraga nació en la localidad lucense de Vilalba el 23 de noviembre de 1922 y era hasta hoy el único político en activo que había desempeñado cargos relevantes durante el Franquismo, la Transición y la Democracia.
Inició su carrera política con 29 años como secretario general del Instituto de Cultura Hispánica y, desde entonces, se mantuvo siempre en puestos importantes.
Fue ministro de Información y Turismo con Franco, embajador de España en el Reino Unido e Irlanda del Norte; vicepresidente para Asuntos del Interior y ministro de la Gobernación con Arias Navarro; diputado de las Cortes españolas y del Parlamento Europeo, y presidente de la Xunta de Galicia durante más de 15 años.
También fue presidente de Alianza Popular entre 1979 y 1987, y en 1989 del refundado Partido Popular, cargo éste último del que dimitió para dar paso a su sucesor en el PP, José María Aznar.
Desde entonces, la mayor parte de su vida transcurrió en Galicia, comunidad que llegó a gobernar con mayoría absoluta hasta 2005, fecha en que regresó a Madrid para ocupar, pocos meses después, un escaño en la Cámara Alta como senador por designación autonómica.
Como presidente gallego, reclamó las máximas transferencias en materia de pesca, la reforma constitucional del Senado -para que se convirtiera en una auténtica cámara de representación territorial- y un mayor protagonismo de las regiones en Europa.
En los últimos meses del 2000, su gestión al frente de la Xunta de Galicia se vio empañada por la aparición de las primeras "vacas locas" en la Comunidad y, un año después, por la catástrofe del "Prestige" frente a las costas gallegas.
Unos hechos por los que tuvo que hacer frente a sendas mociones de censura presentadas por el BNG y por los socialistas gallegos, respectivamente, de las que salió airoso amparado por la mayoría absoluta de su partido en la cámara.
Pese a que en los últimos años la salud del líder gallego se vio resentida en varias ocasiones, Fraga volvió a optar a la Presidencia de la Xunta en las autonómicas del 19 de junio de 2005, que perdió al quedarse a un escaño de la mayoría absoluta y la decisión del PSOE y BNG de gobernar en coalición.
Se despidió de su militancia en 2005 y fue sustituido al frente de partido en Galicia por Alberto Núñez Feijoo en el Congreso extraordinario celebrado en enero de 2006, en el que fue designado presidente de honor vitalicio de la formación.
No obstante, su relevo no significó su despedida de la vida política, ya que fue elegido senador en representación de la Comunidad Autónoma de Galicia el 7 de febrero siguiente.
Renunció a su cargo de diputado en el Parlamento gallego y en marzo de 2006 juró en la Cámara Alta. Fue reelegido senador por Galicia en marzo de 2008, cargo que desempeñó hasta la anterior legislatura.
A primeros del pasado mes de septiembre, fuentes de su entorno familiar informaron de que abandonaba la política activa y que no se iba a presentar a la elecciones del 20N.
Desde la primavera de 2011, Fraga redujo su actividad política tras sufrir una caída en su domicilio de Madrid que le provocó una lesión en la cadera, de la que fue intervenido quirúrgicamente.
En 1996, el dirigente 'popular' fue objetivo del "comando Galicia" de ETA, que planeó atentar contra él cuando era presidente de la Xunta de Galicia mediante un coche-bomba, aunque el atentado lo frustró la Guardia Civil.
Es autor de un centenar de libros, tenía una quincena de doctorados "honoris causa" de distintas universidades españolas y extranjeras y era profesor honorífico de varias instituciones académicas.
Entre las numerosas condecoraciones que posee figuran las grandes cruces de Carlos III, de San Raimundo de Peñafort, de Isabel la Católica, del Mérito Naval, del Mército Civil, del Mérito Militar, del Mérito Aeronáutico, de Cisneros; la Gran Cruz de la Orden Militar de Cristo y Gran Cruz de la Orden del Infante Don Enrique de Portugal. Fue Premio Europa 1997 de la Academia de Estrasburgo.
Al cumplirse el XXV aniversario de la entrada en vigor de la Carta Magna, Fraga y los otros "padres" de la Constitución fueron distinguidos con el Collar de la Orden del Mérito Civil, que les impuso el Rey el 24 de junio de 2004.
De su matrimonio con María del Carmen Estévez Eguiagaray tuvo cinco hijos: María del Carmen, María Isabel, José Manuel, Ignacio y Adriana. Su mujer falleció el 23 de febrero de 1996 tras una larga enfermedad.