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Viajes

Glamour y exclusividad a pie de pista (y fuera de ella)

Las cinco estaciones más suntuosas del mundo durante y después del esquí.

Si el esquí es su deporte favorito, puede llevar una larga temporada esperando este momento. Pero si la persona que le acompaña no piensa de la misma manera, es importante escoger con cuidado dónde pasar las vacaciones de invierno. Existen destinos que combinan las mejores pistas con hoteles exclusivos. Lugares donde podrá degustar una buena comida o relajarse en un suntuoso spa, comprar primeras marcas en lujosas tiendas o visitar pueblos con mucho encanto. Estas son cinco sugerencias con algunas de las estaciones de esquí más únicas.

Deer Valley: lujo

Ser la estación de lujo por excelencia de Estados Unidos es mucho decir. A menos de media hora de Salt Lake City, la capital de Utah, se ubican 14 excelentes pistas de esquí en las que tuvieron lugar los Juegos Olímpicos de Invierno de 2002. Una de ellas, Deer Valley, es considerada como la mejor de todo el país. La exclusividad allí está garantizada: es una de las tres estaciones estadounidenses en las que no se permite la entrada a snowboarders. Y su limitado aforo, de 6.500 forfaits al día, hace que pueda practicarse el esquí con la mayor de las amplitudes. Otra de las particularidades de esta estación es el llamado ski-in ski-out. Esto es, los remontes llegan hasta la mismísima puerta de los hoteles y algunos de los establecimientos más elitistas cuentan incluso con pistas privadas. Para después del esquí, Deer Valley ofrece numerosas actividades, como el lujoso Spa Montage. Puede visitarse también el pueblo, nutrido de bares y restaurantes, tiendas y galerías.

Aspen: 'celebrities'

Cruzar el charco con destino a Aspen, en Colorado, es incrementar la probabilidad de cruzarse con estrellas como Antonio Banderas y Melanie Griffith. Este antiguo pueblo minero situado en las Montañas Rocosas continúa siendo una de las tradicionales estaciones de esquí con más glamour. Caladero de los famosos más planetarios -Heidi Klum, Mariah Carey o incluso Bill Clinton-, el visitante puede toparse con uno de estos personajes en Boogie's, una tienda de ropa que dispone de una cafetería en el primer piso. Los expertos en la nieve como José Peinado, de la web de esquí Nevasport, lo siguen recomendando como destino de primera.

Verbier: opulencia

Europa es siempre una de las mejores opciones si se quiere combinar el gusto por el esquí y unas vacaciones fastuosas fuera de pista. Y dentro del Viejo Continente, Suiza sigue siendo la estrella incontestable, apuntan desde Nevasport o agencias especializadas en esquí como Travel Tú. Para los entendidos, la estación de Verbier es una de las más opulentas de los Alpes. El pueblo es un conglomerado de típicos chalés suizos de madera que albergan más de 100 bares y restaurantes. Los amantes de esta estación apuntan que merece la pena hacer un alto -bajo reserva- para acercarse al fuego de la Cabane de Brunet a degustar una buena fondue.

Zermatt: 'aprés-ski'

Menos apreciado entre los montañeros que Verbier, Zermatt puede en cambio ser un mejor destino para combinar esquí y après-ski. El año pasado fue nombrada la mejor pista del mundo por la guía Adac SkiGuide, considerada la biblia del deporte alpino en el mundo de habla germana. "Una perfecta mezcla entre paisaje espectacular, pistas amplias y largas para todos los niveles, un glaciar impresionante a los pies del Matterhorn, una oferta gastronómica de altura y una accesibilidad única", sentencia la guía. Efectivamente, en Zermatt no hay coches, pero sí buena comida y excelentes hoteles. Entre ellos, el Elsie Bar es una institución. Abierto desde los años sesenta, ofrece cenas románticas en su primer piso, donde se degusta pasta fresca al caviar. Y para tomar una copa por la noche, el visitante puede dejarse caer por el caro y sofisticado The Farm Club.

Gstaad: sangre azul

Chanel, Louis Vuitton, Cartier o Bulgari. Son las marcas que pueden adquirirse en este pintoresco pueblecito suizo. También se puede disfrutar de fuentes de aguas termales, habitaciones en hoteles bucólicos y restaurantes del máximo nivel. En los últimos tiempos, Gstaad se ha dado a conocer al gran público por ser la jaula de oro del director Roman Polanski, aunque el tipo de celebrities que aquí abundan son más del estilo de familias reales o de la alta sociedad europea. El visitante puede toparse con ellos a la hora de cenar en el mítico restaurante del Hotel Olden o tomando una copa en el famoso Hotel Palace. Si busca la combinación de gastronomía y una panorámica impresionante, Gstaad es también su mejor opción. El restaurante Berghaus Wasserngrat dispone de dos grandes terrazas totalmente recubiertas de nieve donde saborear una exquisita gastronomía de la tierra.

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