La otra Eurovisión
La Comisión Europea ha entregado hoy sus premios de música pop, no tan conocidos ni tan kitsch como los de Eurovisión pero bastante más agradables de escuchar (la mayoría de ellos). .
La ceremonia ha tenido lugar durante el macrofestival que se celebra esta semana en Groningen (Holanda) y ha recompensado a los 10 grupos o solistas que durante 2011 han logrado un éxito fuera de su país con su primera producción discográfica (si es que esta palabra sigue teniendo sentido en la era digital).
Entre los galardonados en esta novena convocatoria figuran desde grupos electrónicos que han pasado por el festival Sonar de Barcelona (como los austriacos Elektro Guzzi) a música soul con acento francés (Ben l'Oncle Soul) o el bailongueo rumano de Alexandra Stan.
La selección responde a criterios tan objetivos como el número de ventas digitales o la frecuencia con que han sido emitidas las canciones, a partir de datos facilitados por Nielsen Music Control. Quizá no sea la mejor forma de garantizar la calidad, pero la verdad es que el resultado parece bastante equilibrado.
"Los ganadores, gracias a su talento y energía, han logrado llegar a audiencias más allá de sus países", dice un comunicado de prensa que ha dicho la comisaria europea de Educación y Cultura, Androulia Vassiliou. Su departamento recuerda que la industria musical europea factura alrededor de 6.000 millones de euros al año, proporcional "empleo de calidad" (sic) a 8,5 millones de personas y supone el 4,5% del Producto Interior Bruto europeo. Casi ná. Y encima, se puede disfrutar.
Vídeo: Agnes Obel, danesa afincada en Berlín y una de las premiadas.