Los hechos denunciados se remontan a mayo de 2010, cuando Francia facilitó a la Hacienda española una lista de clientes españoles, entre los que se encontraban los denunciados, de la entidad bancaria HSBC Private Bank Suisse, que no habían presentado los datos necesarios en las liquidaciones de renta o del patrimonio para los ejercicios de 2005 a 2009.
A requerimiento de Hacienda, los denunciados presentaron declaraciones complementarias sobre ese periodo, pero el tribunal dijo que aún queda por comprobar "si las declaraciones complementarias son correctas o no correctas".