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Modifica la legisalción sobre el mercado interior

Berlín y París buscan blindar el nuevo Tratado a una negativa helena o irlandesa

Un segundo borrador del nuevo Tratado europeo ha sido filtrado por el think tank británico Open Europe. Los nuevos términos establecen cambios en el mercado interior, la gran preocupación de Reino Unido, además de permitir su aprobación con el visto bueno de 15 de los 17 países de la eurozona

La letra pequeña del nuevo Tratado europeo impulsado por Alemania y Francia comienza a desvelarse. Según el borrador distribuido por el think thank británico Open Europe el documento, que pretende incluir en el ADN de la eurozona un fuerte compromiso de austeridad fiscal, podría ser aprobado con el visto bueno de 15 de los 17 estados miembros, en lugar de la tradicional unanimidad que se suele exigir. Esta salvedad permitiría seguir adelante con el guión trazado por el eje Berlín-París aún con la negativa de países reticentes, como Grecia o Irlanda.

Con todo, la nueva redacción supone un avance frente al borrador original, en el que se hablaba de dar luz verde al Tratado con solo nueve votos a favor. El acuerdo trata de exorcizar de una vez el fantasma de la crisis soberana que ronda desde hace casi dos año sobre la Unión Europea. En la cumbre europea de diciembre, solo Reino Unido se mostró en contra de adoptar esta vía, defendida por la canciller Ángela Merkel y el presidente francés, Nicolas Sarkozy. La regla de oro impedirá a los países endeudarse por encima del 60% de su PIB, o superar un déficit estructural del 0,5%.

El Tratado también establecerá sanciones para los estados que incumplan el pacto de austeridad fiscal, y el borrador, fechado el 6 de enero, ya habla de reducciones del 5% anual en la deuda para aquellos que superen el citado 60%. Para aquellos que se sitúen por debajo de esta cifra, existirá la posibilidad excepcional de alcanzar un 1% de déficit estructural.

Legislar en el mercado interior

El mayor revés para el Reino Unido, sin embargo, es que el documento abre la puerta a que la eurozona pueda legislar en el mercado interno de la UE de los 27. Justo lo que el lider británico David Cameron dijo haber evitado al negarse a participar del nuevo pacto.

Aunque el documento hace menciones al "crecimiento" y al "empleo", las líneas maestras del acuerdo no se apartan del objetivo de austeridad, algo que ha despertado los temores de algunos expertos, quienes alertan de que la reducción drástica del gasto público en mitad de la crisis, abocará al Viejo Continente a una nueva recesión.

Con todo, el texto del borrador dista de ser el definitivo, y su contenido deberá ser aún consensuado por los socios comunitarios. La primera tentativa tendrá lugar a finales de enero cuando tenga lugar la primera cumbre de líderes de 2012. La pretensión de la UE es que el nuevo Tratado esté listo para la primavera.

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