Fusiones, la fórmula para crecer y sobrevivir
El crecimiento orgánico va camino de convertirse en una rara avis del sector bancario español. Con las familias y empresas en proceso de desapalancamiento, los volúmenes de crédito están a la baja y es muy difícil que una entidad financiera pueda crecer consiguiendo nuevo negocio.
En esta situación, la única vía para que un banco o caja gane dimensión es su fusión con otra entidad. Los analistas estiman que en los primeros meses de 2012 se anuncien nuevas operaciones. Algunas de ellas, de calado.
La concentración del sector, promovida desde el Gobierno y desde el Banco de España, también permite obtener sinergias adicionales (con recortes de personal en los servicios centrales, cierre de oficinas), una de las pocas vías que le queda al sector para ahorrar costes y mejorar su eficiencia.
La primera pieza que saldrá a la venta es Unnim. La alianza de cajas comarcales catalanas se subastará entre el mes de enero y el de febrero. Su tamaño, de algo menos de 30.000 millones de euros, la convierte en una presa muy atractiva para aquellas cajas medianas que quieren dar el salto definitivo en tamaño y superar los 100.000 millones de euros, como es el caso de Ibercaja, Banca Cívica o Kutxabank.
Cuando se culmine su venta, que contará con un esquema de protección de activos (EPA) que blinda al comprador ante futuras pérdidas, comenzará un proceso similar con Catalunya Caixa y se subastará Banco de Valencia. La catalana, con 70.000 millones de euros de activos, es caza mayor y podría despertar el apetito de algunos de los grandes bancos: Santander o BBVA.
Pero este no será el último baile. Quedan por cuadrar otras piezas en el puzle entre las cajas medianas y en el mercado se da por hecho que en este proceso también se producirán movimientos entre los más grandes.