Santander sufre en Bolsa el efecto secundario del canje de las preferentes
Santander cuenta desde hoy con 341,8 millones de acciones más cotizando, tras el canje de las participaciones preferentes que vendió en 2009. Los nuevos accionistas han vendido mayoritariamente y han provocado que el valor haya sido el segundo más bajista del Ibex con una caída del 3,85%.
El banco presidido por Emilio Botín ha sufrido hoy en Bolsa una pequeña avalancha de órdenes de venta, como consecuencia de la última estrategia de la entidad para reforzar su capital. El pasado diciembre, ofreció cambiar por acciones clásicas las preferentes que colocó en el verano de 2009 por cerca de 2.000 millones de euros.
Los titulares de las participaciones que han optado por la conversión -un mayoritario 98,9%- han recibido hoy 341,8 millones de acciones nuevas, equivalentes al 3,84% del capital del banco. Gracias a la operación, la entidad ha reforzado su core Tier 1 en 34 puntos básicos.
La mala noticia es que una buena parte de ese nuevo papel ha sido puesto inmediatamente a la venta. Santander ha sido hoy el segundo valor más bajista del Ibex con un descenso del 3,85%, hasta 5,79 euros por acción. En el peor momento del día, ha llegado a hundirse incluso un 5%.
Es lógico que los nuevos accionistas se decanten por vender, pues hace dos años y medio se les vendió un producto de renta fija, supuestamente seguro y con una rentabilidad garantizada a perpetuidad. Ahora les han entregado acciones y la única fórmula de la que disponen para no estar a merced de la cotización en Bolsa de la entidad es vender inmediatamente.
Como es lógico, debido a que los mayores vendedores han sido sus propios clientes, el bróker de Santander ha sido el mayor vendedor neto de títulos en la sesión, con un saldo negativo de 27,1 millones de acciones, según Bloomberg, seguido muy de lejos por Société Générale (-5,6 millones de títulos) y de JPMorgan (-825.209 acciones). En total, se han negociado 111,2 millones de títulos.
Santander planteó el 2 del pasado diciembre el canje de de participaciones preferentes por 1.965,6 millones de euros comercializadas entre junio y julio de 2009. Estos títulos pagaron una rentabilidad del 5,75% durante su primer año de vida, del 4,75% el segundo y, a partir de entonces, abonan el euríbor a tres meses -actualmente en el entorno del 1,3%- más un diferencial de 2,2 puntos porcentuales. Es decir, actualmente pagan en torno al 3,5%.
La emisión del primer banco español no fue aislada, formó parte de la avalancha de colocaciones de este tipo de activos por parte de las redes comerciales de las entidades españolas. Colocaron en 2009 unos 12.000 millones de euros con el objetivo era reforzar la ratio de Tier 1, que esencialmente incluye capital, reservas y preferentes.
El problema es que las nuevas normas financieras excluyen a las preferentes del capital de máxima categoría. La Autoridad Bancaria Europea (ABE), por ejemplo, no las tiene en cuenta para calcular el denominado core Tier 1. En todo caso, el cómputo de las preferentes en cualquier ratio de solvencia tiene fecha de caducidad: en 2020 no contarán para nada, solo como deuda.
Así, BBVA, Sabadell, La Caixa y el propio Santander han lanzado programas de canje, con los que consiguen solventar en parte las necesidades de capital de la ABE -fijadas en 26.170 millones de euros para los cuatro mencionados más Popular-, puesto que las acciones si computan como core Tier 1 y además dan una salida a los inversores, limitados por a reducida liquidez de las preferentes.
Así, las preferentes colocadas en 2009 por Santander tienen órdenes de compra en AIAF, el mercado de renta fija privada en el que se negocian, por el 83% del nominal, lo que implica una pérdida latente del 17% respecto al precio de colocación. Su liquidez, después del canje quedará aún más reducida, si bien en el folleto de colocación de las preferentes se especifica que Sabadell deberá garantizar un mínimo de liquidez.