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Tribuna
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El euro y el año 2012

Este podría ser el título de una novela de misterio, además de las buenas, de las que mantienen la intriga hasta la última página. Nadie sabe lo que va a suceder con el euro en el próximo año, pero vamos a intentar comprender la situación, para así analizar los posibles escenarios.

Para ser un poco metódicos, empezaremos revisando la aparición del euro, después veremos dónde estamos ahora y a partir de ahí, intentaremos adivinar lo que sucederá en 2012.

Los orígenes

En 1973 se rompieron los acuerdos de Bretton Woods, con lo que las diferentes divisas empezaron su flotación. La vieja Europa reaccionó rápidamente creando mecanismos que fijaran los tipos de cambio entre los diferentes países europeos, basándose en los acuerdos que existían entre Francia y Alemania para los sectores del carbón y del acero. Así nace la Unión Europea. Sus primeros mecanismos, los márgenes de intervención, no funcionaron, por lo que en 1979 se creó el ecu (european currency unit), para dar mayor estabilidad, apareciendo los márgenes de divergencia. En 1992, con las tres devaluaciones de la peseta y los ataques de George Soros que hicieron caer la libra esterlina, se vio que el sistema no funcionaba. Por ello se firmaron los acuerdos de Maastricht y nos encaminamos hacia el euro, que nació en 1999, y en el año 2002 se convirtió en moneda de curso legal. Es decir, el euro fue engendrado como la respuesta de Europa ante los problemas generados por la flotación de las divisas e intentaba dar estabilidad a las relaciones de exportación e importación entre los diferentes países europeos.

El presente

Desde la crisis subprime y la caída de Lehman Brothers se ha desatado una de las mayores crisis financieras de la historia. Si bien el euro tuvo una vida fácil desde su nacimiento hasta el año 2008, a partir de ahí se han ido poniendo de manifiesto las grandes diferencias, tanto económicas como culturales, entre sus diferentes Estados miembros.

Los acuerdos de Maastricht fueron muy exigentes y detallados en cuanto a las condiciones de acceso al club del euro, pero no se previeron los criterios de expulsión. Ahora se ha verificado que algunos países carecen de la seriedad necesaria para seguir perteneciendo al club y se estudian las condiciones y penalizaciones para los países que incumplan los acuerdos firmados.

El futuro

Ante todo quiero decir que es incierto, y tenemos varios posibles escenarios.

l Desaparición del euro. Sin duda, sería un desastre para la economía española, volveríamos a tener una divisa débil, que podría, eso sí, recurrir a devaluaciones cuando necesitase recuperar competitividad. Implicaría reconocer la derrota y que no hemos sido capaces de realizar el sueño europeo.

l Euro de dos velocidades. En este escenario se crearía un grupo de países serios, que asumiesen el compromiso de cumplir a rajatabla los acuerdos tomados, ya que al estar todos en el mismo barco, las irresponsabilidades de uno las acaban pagando todos.

Es evidente que esto supondría pérdida de soberanía, ya que desde el déficit presupuestario, a los niveles de endeudamiento en función del producto interior bruto (PIB), estaría supervisado por organismos europeos. Implicaría también una armonización fiscal, y es que no puede ser que los alemanes se sientan orgullosos de pagar sus impuestos mientras que en otros países la evasión fiscal es casi un deporte. En definitiva, estaríamos construyendo una Europa más real formada por países serios y consecuentes; para mí, el mejor escenario posible.

Si intentamos hacer previsiones numéricas sobre la posible evolución del euro en el año 2012, podemos basarnos en la publicación del Economist The big mac index 2011, basado en la teoría del poder adquisitivo (PPP). En base a esta publicación, el precio de equilibrio del dólar/euro debería situarse en torno a 1,09 dólares por euro, es decir, el dólar se debería apreciar aproximadamente un 20% para llegar a cambios de equilibrio. Pero este tipo de ajustes se suelen dar en el largo plazo y más si tenemos en cuenta los intereses estadounidenses en tener un dólar débil, que les permite reactivar su economía.

En definitiva, ojalá que el euro sobreviva al año 2012, aunque algunos países se tengan que apear del proyecto, y lleguemos a una mayor integración europea, aun asumiendo pérdidas de soberanía. Si además el presidente del Banco Central Europeo consigue que se deprecie el euro, la economía europea tendría un respiro, y sobre todo la española, que necesita de forma urgente reducir nuestra tasa de paro.

que se deprecie el euro, la economía europea tendrá un respiro

Santiago Simón. Profesor del Departamento de Finanzas de Esade

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