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Destinos. Grandes viajes

El paraíso desconocido en República Dominicana

La península de Samaná y el parque de los Haitises ofrecen playas desiertas y naturaleza

Subiendo por la carreterita que une la autopista de Santo Domingo, capital de República Dominicana, con la península de Samaná, el viajero ya se hace una idea de lo que le espera en este poco frecuentado lugar de la isla. Entre curvas y desde lo alto de las montañas que flanquean el mar se divisa lo más parecido al paraíso de las pinturas renacentistas. Bosques verdes espesos, de aguacateros, plátano y palmerales, con un fondo de mar cristalino.

Al bajar los montes, le espera la península de Samaná, uno de los destinos menos conocidos de Dominicana y, por tanto, lejos de la aglomeración de los grandes touroperadores. Hasta allí han ido llegando algunos europeos, de espíritu libre y algo hippies los primeros, instalándose y creando una red de alojamientos, tiendas y negocios turísticos.

En esta época, desde diciembre hasta abril, esta zona del norte de la isla se convierte en lugar de peregrinaje para quien desea contemplar las ballenas jorobadas y para aquellos turistas que buscan un refugio cálido huyendo del invierno. Para divisar a los grandes cetáceos hay que apuntarse a algún tour en barca desde el pueblo de Samaná. Esta pequeña ciudad bulliciosa y con poco encanto es la menos recomendable para alojarse. Si se pasa una semana en esta zona de la isla, lo mejor es descansar unos cuantos días en el pueblo de Las Terrenas, al oeste. Allí han surgido numerosos hotelitos, tiendas y restaurantes con encanto.

Desde allí, llegan las primeras excursiones en alguna destartalada guagua y en motoconcho (moto-taxis donde se pueden subir dos personas además del conductor) para los más valientes, en coche de alquiler o quad. Pero las mejores playas están escondidas. Así que hay que preguntar. Siempre habrá un dominicano dispuesto a ayudar. En esta zona las playas apenas están conquistadas por un chiringuito-carpa con unas brasas donde asar la muy recomendable y económica langosta y tomar una muy fría cerveza Presidente o una piña colada. El paseo desde Playa Cosón a Playa Bonita, de 30 minutos, también es muy aconsejable.

La cascada de El Limón es otra opción de excursión de media jornada desde Las Terrenas. El asturiano Santi (www.cascadalimonsamana.com) ofrece el recorrido a caballo siempre con un ambiente familiar, nada del trato lejano de los grandes grupos de turistas. Gran conversador y nostálgico de España, le presentará a su esposa e hijos, aprenderá mucho sobre el país charlando con él y le ofrecerá una rica comida típica. También ofrece recorridos a la remota Playa Morón o a Cayo Levantado, este último con algo menos encanto porque está colonizado por un gran hotel de cinco estrellas y sus consecuentes recién casados.

El Parque Nacional de Los Haitises es la visita imprescindible. Normalmente se llega por mar desde Samaná, si el tiempo lo permite, siempre en grupos organizados. Lo ideal es apuntarse a una excursión madrugadora. Cuenta con 208 kilómetros cuadrados de terreno protegido. Desde la barca, según se acerca, se divisan garzas reales descansando en las pequeñas islas rocosas, largas líneas de playa solo habitadas por cocoteros y, al fondo, los montes que protegen el bosque. Al adentrarse la embarcación llegan los manglares, desde donde acceder a las cuevas en las que habitaban los taínos, los indios precolombinos, que desaparecieron tras la llegada de los conquistadores y que dejaron pinturas rupestres en sus paredes.

Para finalizar el viaje, un destino sugerente es el pueblito de Las Galeras, en la punta este de la península. Unos pocos alojamientos, menos visitantes y mucho relax. En barca se puede ir a Playa Rincón, multipremiada como una de las mejores del mundo. Y a relajarse..., si no arriba algún yate con son a bachata.

Datos Básicos

Cómo llegar. Iberia y Air Europa disponen de vuelos directos a Santo Domingo desde Madrid. A partir de enero, es fácil encontrar billetes por debajo de los 800 euros. Desde Santo Domingo, por autopista en autobús de Caribe Tours.Santo Domingo. De obligada visita es la capital. A la isla llegó Cristóbal Colón en su primer viaje, en 1492, a la que bautizó La Hispaniola. Su hermano Bartolomé fundó la ciudad en 1496. La zona colonial, el centro histórico, se puede ver en una jornada. En el Parque Colón se sitúa la catedral, la primera católica que se construyó en América, en 1510. Y se recomienda visitar la Fortaleza Ozama y la calle de Las Damas, que conserva antiguos palacetes de la época.Alojamientos. Hotel La Tortuga, en Las Terrenas. 10 bungalós gestionados muy familiarmente por un suizo y una francesa (www.hotel-la-tortuga.com).La cadena española Bahía Príncipe cuenta con cuatro resorts en la península. Para los que busquen un todo incluido.Restauración. Las Terrenas cuenta con varios restaurantes de estilo europeo. En El Cayuco se puede disfrutar de una piña colada en su terraza junto al mar. En Boulangerie Française tienen unos excelentes dulces.

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