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Destinos

Cinco ideas para pasar estas fiestas

Año Nuevo y Reyes no tienen por qué celebrarse en casa. Presentamos cinco propuestas distintas para disfrutar de las fiestas lejos del hogar

Ciudad. San Petersburgo, una joya de la arquitectura que rebosa glamur

La antigua Leningrado, la segunda ciudad más grande de Rusia, no deja de impresionar a los viajeros por el lujo que rezuman sus calles. Desde el punto de vista arquitectónico, la suntuosidad de sus avenidas y palacios se debe a sus dos siglos como capital del imperio de los zares. Desde el social, a la atracción de las nuevas fortunas surgidas tras el colapso de la URSS.

Una vez superado el frío del invierno ruso, el visitante gozará del blanco tapiz con el que se cubre la ciudad. Obligada la visita del Árbol de Año Nuevo, Novogonaya Yolka. Incluso la tradición se alía con el culto al lujo: el 31 de diciembre es típico rodearse de objetos brillantes, donde el oro juega un papel especial.

Como corresponde a una ciudad de su tamaño, San Petersburgo tiene más de 200 hoteles. La variedad entre los establecimientos de gama alta es muy grande. Desde el Hilton al Palace, pasando por el W Hotel, hay opciones para todos los gustos.

Además de las muchas visitas turísticas que brinda la urbe (Museo Hermitage, Palacio de Invierno, Catedral de San Pedro, Iglesia de Salvador sobre la Sangre Derramada, etc.), las fechas invitan a pasarse por el Palacio de Hielo, construido con todo lujo de detalles con esa materia prima.

Playa. Un archipiélago de moda para unos festejos bañados en clima tropical

Para los europeos siempre ha sido exótico el visualizarse celebrando las Navidades bajo un cocotero, enfundado en unas bermudas, cóctel en mano y con los pies en remojo. Hay una gran variedad de destinos en los que cumplir este sueño. Esta vez nos decantamos por unas islas en auge: las Mauricio.

Varias compañías, entre ellas Emirates o Air France, tienen vuelos semanales desde Madrid hasta el archipiélago del Índico, normalmente con escala (en Dubái y París, respectivamente).

Una vez salvada la distancia, la gama de posibilidades es amplia. Al ser una zona en rápido desarrollo desde el punto de vista turístico, son varios los hoteles disponibles. Si se buscan los más lujosos, entre ellos destaca el Dinarobin, un resort de cinco estrellas con spa y golf en primera línea de mar. Sus impresionantes cabañas de madera y junco junto a la arena blanca y el agua cristalina serán el lugar perfecto para reunir a la familia y celebrar la llegada del Año Nuevo.

Más allá de las facilidades del hotel que se escoja, la exuberante riqueza natural de la isla central aporta muchas actividades recreativas. Desde excursiones por la selva a submarinismo en sus cálidas aguas, la pequeña república no dejará indiferente a nadie.

Campo. Celebraciones en castillos, varias opciones para todos los bolsillos

Forma parte de la idiosincrasia de este país el pasar las vacaciones en el pueblo. Lo que suele ser sinónimo de ir al campo. Además de ocupar las viviendas de los familiares, se puede encontrar acomodo de otros modos: alquilar una casa rural, una granja, masía o caserío, etcétera.

Pero hay otra opción que va cogiendo peso: hacer lo propio en un castillo. No en vano, España es uno de los países con más número de fortificaciones y palacios (hay miles, muchos de ellos en condiciones de ser habitados). Algunos han sido reciclados como Paradores Nacionales. Reservar un par de noches en uno de ellos y dejarse llevar por la excelente cocina que se sirve es un plan atractivo.

Pero también se pueden alquilar castillos enteros. El de la imagen (Castillo de Cuéllar, en Segovia) no entra en esta categoría, pero existen muchos otros que sí. Es el caso, por ejemplo, del castillo de Montfalcó Murallat (Cervera, Lérida), disponible por unos 800 euros a la semana, o del de Peralada (Gerona). Son ideales para grupos grandes, dado el gran número de habitaciones que suelen tener.

Eso mismo hizo hace poco David Beckam con el castillo de Alnwick, al noroeste de Inglaterra, conocido por salir en las películas de Harry Potter. Aunque en este caso fue para celebrar el cumpleaños de su hijo.

Montaña. Escapada a un buen refugio en los Alpes: esquí, queso y vino caliente

Los Alpes son la tierra prometida para los amantes del esquí. Practicar deportes de invierno en esas montañas suele suponer un escalón más respecto a las sierras que se encuentran en España.

En la parte suiza, St. Moritz tiene a gala ser la primera pista de esquí propiamente dicha de la historia. Inaugurada hace 150 años, sus 350 kilómetros de pistas, así como sus instalaciones, le han valido el Premio al Mejor Resort de Esquí de Europa. Del lado francés destacan emplazamientos como Val Thorens, que funciona como pista de esquí desde los años sesenta, con más de 600 inagotables kilómetros disponibles para disfrutar del deporte rey de las montañas.

Merece la pena hacer un esfuerzo para elegir el emplazamiento del refugio (¿o por qué no una mansión?) escogido para pasar las fiestas y los ratos en los que se decida aparcar los esquís. En sitios web como Franceguide.com o Homelidays.com se pueden encontrar interesantes opciones.

Independientemente de la parte de los Alpes que se escoja (la francesa y la suiza son las más cercanas para nosotros), la gastronomía forma parte importante de la vida en la montaña. El queso (raclette, fondue...) y el vino, inexcusables en el menú de las fiestas.

Relax. Géiseres y aguas termales rodeadas de hielo para olvidarse de todo

Las Navidades son, ante todo, el segundo periodo vacacional más largo de la mayoría de españoles. Partiendo de esa base, se puede optar por viajes de relax, de esos que ayudan a desconectar y cargar las pilas. Sin olvidarse, eso sí, de celebrar las fechas señaladas.

Islandia se aparece en este contexto como un auténtico paraíso, una tierra de cuento. Las particularidades geológicas de la isla del Pacífico la han dotado de infinidad de géiseres y aguas termales. Eso, unido al recogido carácter autóctono y las escasas aglomeraciones que se dan en el país (cuenta con 330.000 habitantes, un tercio de ellos en la capital, Reikiavik), hacen de la república un destino ideal para encontrar paz y relax.

La agencia Boreal Travel ofrece un interesante paquete para pasar allí un fin de año diferente. Llegando el 29 de diciembre, proponen un plan de excursiones para el 30: Geysir (también conocido como el Gran Géiser), una de las fuentes a presión de aguas termales más impresionantes del mundo, y Gullfoss, una preciosa catarata situada al noreste de la isla.

Para entrar en Año Nuevo de la manera más relajada posible, el mismo día 31 se visita el Blue Lagoon, un impresionante spa geotérmico natural al aire libre (en la imagen, una de sus pozas) acompañado de instalaciones en las que se brindan todo tipo de masajes. Para los clientes que van en grupo, se pueden alquilar reservados en los que pasar la jornada: madera, cristaleras, nieve, champán y masajes.

La última cena del año, en el Sjávargrillid, elegido en 2010 el mejor restaurante del país. En cuanto al alojamiento, se recomienda el Hotel Radisson 1919, en pleno casco histórico de Reikiavik. Un plan para empezar 2012 de lo más relajado.

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