Año negro para los fondos: los españoles retiraron 9.000 millones en 2011
El año que está próximo a cerrarse no pasará a la historia para los fondos de inversión, pero al menos ha sido mejor que 2010.
Superdepósitos, bonos convertibles, emisiones de deuda subordinada... y, para rematar, la deuda pública a rentabilidades capaces de competir de tú a tú con cualquier otro tipo de inversión. Todo ello en un año bursátil para olvidar y con los inversores buscando refugios seguros ante el temporal.
El resultado es el cóctel perfecto para un nuevo año negro en los fondos de inversión mobiliaria. La única parte positiva es que 2011 no ha sido, al menos, tan malo como 2010, pero con el resto es mejor pasar página y brindar por un 2012 mejor.
En primer lugar, por los reembolsos netos, que ascendieron a 8.950 millones de euros entre enero y diciembre, según los datos provisionales que acaba de publicar la asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco). En segundo, por los partícipes, que a cierre de año caen por debajo de los cinco millones (se quedan en 4,92 millones), después de que 396.000 inversores hayan decidido llevarse su dinero a otra parte durante los últimos doce meses.
El problema es que esta tendencia no es nueva. A cierre de 2006 los fondos rozaban los nueve millones de partícipes y el volumen de activos gestionados superaba con creces los 250.000 millones. Pero 2006 fue el último año bueno. A partir de ahí las caídas de patrimonio se hicieron una constante año tras año, al calor del mal comportamiento de la Bolsa y de las bajas rentabilidades de esta forma de inversión. El peor ejercicio fue 2008, cuando los reembolsos ascendieron a 57.650 millones de euros, pero en 2007 habían sido más de 20.000 millones y el año pasado rozaron los 15.000 millones.
De ahí que, en estos momentos, el volumen de activos esté en 127.575, muy lejos de las cifras de 2006, y que el número de partícipes haya caído a 4,9 millones, un 45% menos que hace cinco años.