La crisis de las cajas pone en peligro 1.815 millones en preferentes
Tras declarar la semana pasada pérdidas en el tercer trimestre (107 millones de euros), Unnim es la última entidad que se prepara para suspender el pago del cupón de sus preferentes. Unnim, fruto de la unión de las cajas de Manlleu, Sabadell y Terrasa, se suma así a CAM, vendida a Banco Sabadell, y Banco de Valencia, intervenido por el Banco de España. En juego está el futuro de 1.815 millones de euros en preferentes.
Las preferentes -cuya única preeminencia, a pesar de su nombre, es que están por delante del accionista común para cobrar en caso de quiebra, pero por detrás de todos los acreedores- son un producto que se colocó con profusión durante años entre los inversores minoristas, con el gancho de un elevado cupón, que ahora vive sus momentos más críticos. Las grandes entidades están procediendo a canjearlas por el 100% de su valor nominal. Pero está por ver qué sucederá con las emitidas por las entidades en problemas. La última es Unnim, que, según los datos públicos de la plataforma AIAF, tiene registrados 247 millones de euros en emisiones preferentes. El pago del cupón del producto está condicionado a que la entidad registre "beneficios suficientes" para distribuirlo; el grupo cerró el tercer trimestre con unas pérdidas de 107 millones de euros. Cuando este pago es cancelado, se pierde, puesto que no es acumulable de un año para otro. Unnim, que será subastada en breve por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), promete unirse por tanto a CAM y Banco de Valencia, cuyos suscriptores han visto cómo las remuneraciones prometidas se esfuman. Las tres entidades suman 1.815 millones en preferentes.
Las emisiones de Unnim que se ven comprometidas ahora corresponden a Caixa Terrasa, que colocó 50 millones de euros con un cupón de euríbor a tres meses más 25 puntos básicos; a dos emisiones de Caixa Manlleu, una de 14 millones de euros con un cupón de euríbor a tres meses más 225 puntos básicos y otra de 18 millones, notablemente menos generosa: euríbor a tres meses más 20 puntos básicos; y, por último, otras dos de Caixa Sabadell: una de 75 millones que remuneraba el euríbor a seis meses y otra de 90 millones de euros, donde el cupón consistía en el euríbor a tres meses más una prima de 195 puntos básicos.
Banco Sabadell tiene dos frentes abiertos en la CAM: las cuotas participativas, que han sido valoradas a cero -si bien no tiene la obligación de amortizar-, y los 1.398 millones de euros en preferentes emitidas por la entidad alicantina. Sabadell ha anunciado una ampliación de capital de 3.100 millones para digerir la integración de la CAM. Se prevé que canjee las preferentes por acciones de Sabadell, como ha hecho con sus propias emisiones. Lo que ya no está tan claro es en qué términos se hará.
Para satisfacer al cliente y reforzar capital, las grandes entidades están proponiendo canjear las preferentes por acciones o bonos valorando los títulos al 100% del nominal al que fueron emitidos. Es decir, los partícipes no ganan dinero, pero tampoco lo pierden. La operación se adorna además con alguna compensación en términos de rentabilidad. Pero la cuestión es qué sucederá con las emisiones de entidades pequeñas, las que carecen del paracaídas de un gran banco.
Así, otro frente abierto es el de las otras dos entidades que, aunque no han sido intervenidas -se mantiene el equipo gestor- están controladas por el FROB: Catalunya Caixa y Novagalicia. Juntas suman otros 1.587,9 millones de euros en preferentes. Los tenedores de este producto de inversión se encuentran en una situación comprometida. Bancos y cajas han puesto en circulación títulos por un importe de 23.572 millones, según los datos de AIAF, pero la mayoría de ellas van camino de ser retiradas del mercado: no computan como capital de máxima calidad y el sector debe reforzarse para afrontar las exigencias de la Autoridad Bancaria Europea y los acuerdos de Basilea III. Las preferentes tienen carácter perpetuo, no vencen nunca, y generalmente no hay mercado donde venderlas. Los inversores solo pueden deshacerse de ellas aceptando el precio que la entidad donde la contrataron esté dispuesta a darles.
La CNMV ha ordenado al sector que informe a los clientes de cuál es el "valor razonable", el precio de mercado, de esos productos, que en el secundario cotizan en algunos casos con una pérdida de valor incluso superior al 50% del nominal. Toda esta serie de factores está llevando a las entidades a deshacerse del producto. En algunos casos se canjea por títulos de deuda convertibles en acciones, como ha hecho el BBVA (3.547 millones de euros) o ha anunciado La Caixa (4.897 millones de euros), que combinará bonos convertibles y deuda subordinada. Santander ha ofrecido canjear por acciones 1.966 millones y Sabadell, 850 millones.
Las cifras
247 millones de euros es el importe de las preferentes en circulación emitidas por las cajas que componen Unnim.
1.398 millones de euros es lo que ha emitido en este producto de inversión la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM).
170 millones de euros es el saldo de las preferentes del Banco de Valencia.
23.572 millones de euros es el valor de las preferentes del sector. El total, incluyendo emisiones de no financieras, es de 31.088 millones.