¿Quién será el De Guindos alemán?
Solbes lidió con Steinbrück. Salgado con Schäuble (en la foto, en el centro, con la ministra española y otros colegas europeos). ¿Y De Guindos? ¿Con qué ministro alemán le tocará negociar al responsable de Economía del nuevo Gobierno español?
En principio, Luis de Guindos tendrá que seguir trabajando con el veterano Wolfgang Schäuble y acostumbrarse a que su homólogo alemán sea el primero en intervenir, casi sin excepción, en las reuniones del Eurogrupo (consejo de ministros de Economía de la zona euro). Pero es muy probable que el nuevo ministro español cambie de pareja alemana más pronto que tarde.
La precaria salud de Schäuble ya estuvo a punto de forzar su relevo el año pasado, en el momento más álgido de la crisis griega. Y en Berlín se vuelve a rumorear su salida, aunque esta vez como posible sustituto del Presidente alemán, Christian Wulff, enfangado en un turbio préstamo entre amigos.
Si la partida de Schäuble se confirma, uno de los candidato a sucederle sería el actual ministro de Defensa, Thomas de Maizière, en quien la canciller Angela Merkel parece tener gran confianza.
De Maizière fue la persona elegida por Berlín para sustituir a Schäuble, cuando el ministro tuvo que ser hospitalizado repentinamente en Bruselas el 9 de mayo de 2010, minutos antes del comienzo de la reunión extraordinaria del Ecofin en la que se apretaron las tuercas a España y Portugal y se aprobó la creación de un fondo de rescate para la zona euro.
Desde aquella reunión, Salgado se afanó en ser la alumna aventajada de las directrices alemanas y España ha logrado apartarse un poco del grupo de infectados por el virus griego (Italia, Portugal e Irlanda).
A De Guindos le corresponderá ahora decidir si continúa por la senda del ajuste a rajatabla (lo que parece casi seguro) o pide algo de árnica, en forma de estímulos, a un gobierno alemán empeñado en resolver la crisis a costa de deflación la Europa meridional.
Salvo alguna hecatombe después de Año Nuevo, la primera cita de De Guindos con sus homólogos europeos será el 23 de enero en la reunión del Eurogrupo que se celebra en Bruselas. El ministro español debe saber que su colega alemán lleva con naturalidad el hecho de encontrarse en una silla de ruedas desde hace más de 20 años. Alguna vez incluso gasta bromas sobre su minusvalía (provocada por la agresión de un perturbado mental) y anima a los interlocutores a sentarse junto a él para que una inclinación prolongada no les cause un calambre o dolor.
Pero ni Schäuble ni su sucesor (sea quien sea) admitirán bromas con los objetivos de déficit público, cuyo cumplimiento exigirán a De Guindos. Ni con el impuesto sobre las transacciones financieras, que Berlín (con el apoyo de París) quiere establecer en la zona euro. Ambos temas marcarán la relación del nuevo ministro español con su colega alemán.
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