"Asumimos que nos ven como los malos de la película"
Hasta 2008 estuvo al frente de la inmobiliaria Basgra. Desde entonces trabaja con el experto en adquisiciones de empresas en situación límite Ángel de Cabo; juntos han tomado el control de empresas como Marsans o Nueva Rumasa. De Cabo controla hoy más de 500 sociedades
En 2008, Iván Losada se deshizo de la inmobiliaria Basgra, un conocido grupo de Castellón, tras 12 años al frente. "Entonces tuve una entrevista con Ángel de Cabo,me gustó su proyecto y empezamos a colaborar", recuerda. Juntos han tomado el control en los últimos años de conocidas compañías con graves problemas financieros como Teconsa, Marsans o Nueva Rumasa. Hoy, bajo el control de Ángel de Cabo se encuentran más de 500 sociedades que emplean a 15.000 personas, estima Losada. "Asumimos el papel de los malos de la película", dice.
En sus oficinas en Madrid hay una máquina de detección de metales de las que hay en aeropuertos o estaciones de tren sin usar...
Nuestras oficinas en Madrid pertenecían a Martínez Núñez [fundador de Teconsa] y la máquina ya estaba ahí. En su momento el empresario estuvo amenazado por ETA; esa máquina ahora tiene 20 años y no se usa desde hace 10. En esas oficinas podemos tener domiciliadas unas 60 sociedades, de Marsans, Nueva Rumasa y otras muchas.
He hablado con responsables de empresas a las que ustedes han accedido y aseguran que su modo de operar es el de llegar, dar la cara ante los acreedores, arramplar con todo y largarse.
Nosotros compramos una compañía con lo bueno y con lo malo, con el activo y con el pasivo. Vamos a compañías en situaciones límite, en las que ya no entra el capital riesgo. Y también hacemos operaciones con empresas en mejor situación. Si tenemos que proponer a los proveedores de la empresa en la que entramos una quita del 50% porque el empresario anterior ha dejado un gran agujero, ¿los malos somos nosotros? Si los empleados a los que ese empresario ha dejado de pagar les decimos que hay que reducir la plantilla, ¿los malos somos nosotros? El que se ha cargado la empresa ha sido otro, y no tiene por qué haber mala fe en un concurso, a mí me pasó en Basgra. ¿Arramplamos con todo? En una sociedad que está en concurso, y con el visto bueno de la administración concursal, tratamos de vender activos para atender a los acreedores. Cuando se cerró Viajes Marsans había 700 oficinas abiertas, si hubiésemos querido arramplar con todo no se hubiesen dejado las tiendas con todo el mobiliario.
En Marsans se asignó un salario de medio millón, ¿es justificable?
El director general de una compañía debe cobrar lo mismo que el que más cobra. El anterior director general de Marsans cobraba más de 1,5 millones, normal para una compañía que facturaba 1.500 millones. Yo sufrí amenazas, seguimientos, tuve que ponerme escolta que pagué de mi bolsillo y cada día, a las 12, tenía una manifestación de los empleados en mi despacho. Y yo estaba ahí todos los días a las nueve de la mañana. ¿Es excesivo ese sueldo? No se pudo cumplir el plan de viabilidad y solo percibí dos meses de sueldo, 40.000 euros brutos, que es mucho dinero pero... Nos ven como los ejecutores, como los malos de la película, asumimos que es algo inherente a nuestro trabajo.
La administración concursal de Marsans criticó la pasividad, dijeron, con la que actuaron en la compañía.
El plan de viabilidad se basaba en la puesta en marcha de la actividad, la reducción de gastos y venta de activos. Nos quedábamos con 200 oficinas y pretendíamos vender 300; la principal oferta era de Pullmantur, que después fichó al director general de Marsans, José María Lucas, que ha montado Mundinauta [un nuevo operador turístico] con las 300 oficinas de Marsans; esperó a que cayera la empresa para hacerlo. Este señor se llevó el proyecto que teníamos para salvar a Marsans, lo que es legítimo, ha hecho una buena operación, genial. La administración concursal de Viajes Marsans es la misma que está ahora en Teinver o en Newco [servicios aeroportuarios; las dos del grupoMarsans]. Cuando llegamos a Viajes Marsans, la IATA le había retirado la facultad de emitir billetes. La compañía venía liquidada prácticamente desde entonces: Díaz Ferrán y Pascual han dado durante 40 años empleo a 35.000 personas. ¿Qué pasó? Que pensaban que el Gobierno argentino iba a pagar, como firmó, 300 millones de dólares por Aerolíneas Argentinas, dinero que iría a Air Comet [de Marsans], pero cuando el Gobierno argentino no cumple, todo el dinero que se había prestado a Air Comet no se puede devolver, entra en concurso y arrastra al resto.
¿Han salvado alguna empresa?
Sí. Por ejemplo, en Marsans la compañía explotaba uno de los mayores complejos turísticos deMallorca, White Horse [los apartamentos Bellevue] que estaba abocada a la liquidación. Y se ha conseguido firmar un convenio con el 65% de los acreedores y hemos ampliado capital en cinco millones. La sociedad Newco deMarsans, que también administro, sigue para adelante; a día de hoy la compañía da empleo a 1.500 trabajadores que cobran sus nóminas todos los meses.
"Debimos entrar antes en Nueva Rumasa"
¿Cuándo entran en contacto con la familia Ruiz- Mateos para comprar Nueva Rumasa?
En el primer semestre de este año me dicen que la familia Ruiz-Mateos está interesada en vender su cadena hotelera. En mayo o junio tengo el primer contacto con la familia. Auditamos la cadena en una semana; en ese momento propusieron extender la operación a todo el grupo, me refiero a las sociedades con actividad de Nueva Rumasa. Hicimos la due diligence de todo el grupo, pero al mismo tiempo fueron entrando en concurso las sociedades y retirando los jueces las facultades de administración.
Finalmente, ¿qué sociedades compran de Nueva Rumasa y por cuánto?
Adquirimos 90 sociedades, de las que realmente tienen actividad unas 35. Teníamos que haber firmado el contrato en agosto, pero su abogado [Joaquín Yvancos, que ahora ha demandado a la familia] se puso en contra: proponía que les pagáramos un porcentaje de hasta el 80% de la rentabilidad que nosotros pudiéramos sacar, pero le dijimos que no. Al final la familia accedió a venderla por su precio, nada. Nuestra oferta fue de un euro. Pero el acuerdo se demoró hasta septiembre. Hemos entrado tarde en este grupo. Si hubiésemos entrado antes, en marzo, se hubiesen podido salvar más empresas; el grupo tiene sociedades muy interesantes, Dhul, Clesa, Cacaolat, Royne... Pero José María Ruiz- Mateos se empeñó mucho en las negociaciones en que mantuviéramos los empleos y pagáramos a los inversores, pero a eso no nos podíamos comprometer; esto también retrasó la operación.
¿Quién tomó las decisiones de venta en las negociaciones con la familia?
El padre ha sido siempre el que ha tomado las decisiones, sus hijos estaban ahí, pero si el padre decía negro, era negro y si decía blanco, blanco.
¿Puede salvarse alguna de las sociedades?
Los administradores de muchas ya han dicho que tienen graves problemas. Creo que pueden salvarse bodegas y parte de los hoteles. El resto no lo estamos dirigiendo nosotros, solo colaboramos con la administración concursal.