De la cocina del PP a trabajar por la calidad del sistema público
Pocas personas hay en el PP que conozcan mejor el partido que la nueva ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato. De hecho, posiblemente Mariano Rajoy se haya decidido por ella porque dicen sus colaboradores que nadie como Mato para sentar en torno a una mesa a un grupo de dirigentes y ponerles a trabajar sin que se escape detalle. El presidente admira su entrega al trabajo, discreción y eficacia. Ana Mato, que nació en Madrid en 1959, comenzó en la política aún antes de terminar su licenciatura en Ciencias Sociales y Políticas por la Universidad Complutense de Madrid, primero en Alianza Popular en Madrid y después con José María Aznar, una vez que este fue elegido presidente de la Junta de Castilla y León, como asesora de su gabinete.
Así, a sus 52 años le tocará compatibilizar la cocina del partido con retos como garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario, la consecución de un Pacto de Estado por la Sanidad o mantener las ayudas a la dependencia. Lo prioritario: evitar que los ajustes impliquen recortes en los servicios que reciben los ciudadanos, así como que influyan en la calidad de las prestaciones.