Antonio Zoido asegura que prohibir las ventas a corto resta liquidez y calidad a la Bolsa
Antonio Zoido, presidente de Bolsas y Mercados Españoles (BME), pronunció ayer en el parqué de Madrid, un discurso centrado en la crisis de deuda europea. En su tradicional comparecencia ante los medios de comunicación para hacer balance del año, Zoido resaltó la necesidad de tomar las medidas necesarias que hagan posible restablecer la confianza en los mercados. "Hay mucho trabajo que hacer para restañar la destrucción de confianza que esta crisis ha provocado en el ánimo de los inversores. Hacerlo, y hacerlo bien es una responsabilidad colectiva y del compromiso. Hay que establecer metas claras (...)", dijo.
En referencia a la prohibición de las ventas a corto que en agosto instaló la Comisión Nacional del Mercado de Valores en consonancia con otros organismos reguladores europeos, desveló las repercusiones que están teniendo sobre la Bolsa: el volumen de contratación ha caído cerca de un 42% en el sector de servicios financieros. "La mayoría de los expertos estima que la prohibición es de escasa efectividad. En general, el mercado ha perdido calidad a la hora de fijar precios en un momento difícil y de alta volatilidad", dijo. Paralelamente, sugirió la conveniencia de "desactivar" esta medida temporal tan pronto como las condiciones de mercado lo permitan, tal y como también ha puesto en relieve la CNMV.
Antonio Zoido arremetió también contra los mercados no oficiales. "El negocio en derivados en los mercados OTC (over the counter) supone a nivel mundial 700 billones de dólares, por lo que no resultan controlables ni predecibles en su comportamiento para los supervisores, y han sido un elemento de gran importancia en la explicación de las causas de la magnitud de esta crisis", subrayó.
El presidente de BME recalcó que el desafío más apremiante que tienen los mercados es "una negociación más regulada". "Las Bolsas oficiales, como la española, aportan protección y ahorro de costes al inversor final", explicó.