El Gobierno del PP echa a andar con escasos apoyos del resto de grupos políticos
El presidente electo del Gobierno, Mariano Rajoy, fue investido ayer con los votos del PP (185), uno de UPN y otro de FAC. El nuevo Ejecutivo tendrá que trabajarse los apoyos parlamentarios que, pese a contar con mayoría absoluta, quiere tejer para que las reformas económicas tengan el mayor apoyo popular posible.
Rajoy entró ayer en el Congreso de los Diputados como candidato y abandonó la Cámara baja elegido como presidente del Gobierno y mucho trabajo por hacer para atraer a otros grupos parlamentarios al plan de reformas económicas que quiere poner en marcha. Votaron a favor de su candidatura como presidente del Ejecutivo 187 diputados. Solo logró que otro grupo distinto, el Foro Asturias de Francisco Álvarez Cascos, le diera su apoyo, ya que UPN se presentó en coalición con el PP en la circunscripción de Navarra. En 2008 José Luis Rodríguez Zapatero resultó investido presidente del Gobierno en segunda vuelta y solo con los 169 votos del PSOE.
De la votación de ayer en el Congreso sorprendieron dos cosas. Por un lado, el voto en contra de CiU, que se justifica por el nulo compromiso de Mariano Rajoy en su discurso de investidura del lunes con el llamado pacto fiscal para Cataluña, que será la eje de las reivindicaciones del grupo que lidera Josep Antoni Duran i Lleida en la legislatura. La negativa de CiU se produce a pesar de que el 13 de diciembre, minutos después de constituirse las Cortes, Rajoy recibió en su despacho del Congreso a Duran para tender puentes con la formación catalana. El nuevo presidente del Congreso dijo el lunes lo ya sugerido por el PP durante la campaña: primero la recuperación económica. Votaron en contra también PSOE, IU, UPyD, BNG, ICV-EUiA, Cha, ERC, Geroa Bai y Compromís.
Abstención de Amaiur
CiU vota en contra tras ignorar Rajoy su idea de un pacto fiscal
La segunda sorpresa de la votación la protagonizó Amaiur, cuyos diputados se abstuvieron. Al no participar en la decisión ni en un sentido ni en otro, la coalición independentista vasca quiere mostrar su rechazo al sistema. Se abstuvieron asimismo PNV y Coalición Canaria. La mayoría de los grupos minoritarios trataron de arrancar a Mariano Rajoy compromisos de inversión o concesiones territoriales y de autogobierno, pero el presidente del PP evitó en todo momento concretar medidas. Quiere saber sobre todo los datos de ejecución presupuestaria de 2011 al completo para conocer el alcance exacto del déficit fiscal y, por ende, el ajuste de gasto que tendrá que hacer en 2012. Recalcó que el cumplimiento de los objetivos del Plan de Estabilidad es irrenunciable.
En un mensaje dirigido especialmente a los partidos nacionalistas, el presidente del Gobierno subrayó que no tiene "intención alguna" de eliminar competencias de las comunidades. "Estoy a favor de la Constitución española, que reconoce la autonomía de regiones y nacionalidades, a favor de los estatutos de autonomía en vigor y no tengo intención de quitar competencias a nadie", dijo textualmente Rajoy. El portavoz del PNV, Josu Erkoreka, pidió que la nueva Ley de Estabilidad Presupuestaria que aprobará el Gobierno incluya salvedades para los territorios históricos, como recogían normativas de control del gasto aprobadas con anterioridad.
Rajoy tranquilizó al PNV y a CiU al afirmar que habrá reforma de la administración pero será para evitar duplicidades, facilitar que una empresa pueda concursar en cualquier comunidad si cumple los requisitos exigidos en una de ellas y para favorecer que los Gobiernos regionales puedan privatizar sus televisiones. También reiteró su apuesta por la reforma de la justicia, especialmente en la integración de los ocho sistemas informáticos que confluyen en España, una anomalía que ha tenido consecuencias "dramáticas" en los últimos años, comentó Rajoy.
Un millón de actuaciones
El presidente electo del Gobierno se dedicó más a confirmar lo que no iba a hacer que sus medidas concretas. Así, el lunes por la noche descartó la creación de un banco malo que aglutinara los activos tóxicos de las entidades financieras. Ayer siguió en esta tónica y, tras admitir que no había "entrado en detalles de la reforma laboral", apostó por una mayor "flexibilidad" en el mercado laboral y por evitar "que todas las disputas laborales acaben en el juzgado". El diputado del BNG, Francisco Jorquera, acusó a Rajoy de querer impulsar las privatizaciones y que los trabajadores tengan "menos derechos", a lo que el presidente del Gobierno respondió que eran "deducciones" del parlamentario que no entran dentro de sus planes.
En esta línea, ratificó su compromiso de finalizar el AVE que conecte Galicia con Madrid "lo antes posible", pero no anunció plazo para no "engañar a la gente ni generar falsas expectativas". Sobre la Ley de Dependencia y ante la pregunta de la portavoz de Geroa Bai, Uxue Barkos, de hasta dónde llegaría el compromiso del Gobierno. Rajoy manifestó que quiere que la atención a la dependencia sea "la cuarta pata del Estado del bienestar". No obstante, advirtió de restricciones presupuestarias y que habrá que decidir qué se puede financiar. Si el déficit cierra este año en el 6% del PIB, el ajuste en 2012 tendrá que ser de 16.500 millones de euros. "El tiempo determinará lo que podemos permitirnos y en qué momento podemos hacerlo".
El líder del PP cerró su intervención previa a la votación de investidura con unas palabras dirigidas a José Luis Rodríguez Zapatero, que había seguido todo el debate desde su escaño. "Mis mejores deseos para el presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Hemos discutido, pero también hemos llegado a acuerdos. Usted acertó y se equivocó, pero ha tenido un gran honor, que es ser el presidente del Gobierno de este país. Y así lo veré siempre", fueron las palabras. Después de la proclamación como presidente, Rajoy recibió la tradicional felicitación de Zapatero ante la tribuna de oradores del Congreso de los Diputados.
Al término del acto, el que fue candidato a la presidencia del Gobierno por el PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, felicitó también al nuevo jefe del Ejecutivo. Rubalcaba, que no aclaró si aspirará a ser secretario general del PSOE en el congreso federal de Sevilla en febrero, quiso "dejar claro" que se puede hacer una oposición "distinta" a la que hecho el PP en la última legislatura de Zapatero. El exministro del Interior aseguró que los "insultos" degradan la vida política.
El PP se escuda en "pretextos"
Pérez Rubalcaba cree que se ha acabado para Mariano Rajoy el tiempo de las críticas y las inconcreciones "y ahora toca actuar y hacer". En su opinión, el presidente del Gobierno se escuda en "pretextos" al afirmar "que no tiene números" y evitar así detallar cómo piensa reducir el gasto público al menos en 16.500 millones de euros en 2012 para cumplir con el Pacto de Estabilidad. Rubalcaba adujo que se ha facilitado al PP documentación suficiente del estado de las cuentas públicas como para prever cómo va a cerrar la ejecución presupuestaria en 2011.
El equipo de Rajoy no anunciará las primeras medidas de calado hasta el Consejo de Ministros del 30 de diciembre, el segundo de la nueva legislatura. Se prevé que en el primero, que se celebra este viernes, sea más bien de toma de contacto con el medio para los integrantes del nuevo Gabinete del Partido Popular.
Alarga la tensión sobre los ministros
El largo proceso de trámites desde que se celebraron las elecciones del 20-N está a punto de concluir con la formación del nuevo Gobierno. Estos son los últimos pasos:
-El Rey firmó ayer el real decreto con el nombramiento de Mariano Rajoy como nuevo jefe del Gobierno, una vez que el presidente del Congreso, Jesús Posada, le comunicó formalmente la investidura del líder del PP tras lograr la mayoría absoluta de los votos del pleno de la Cámara Baja.
-Rajoy jurará o prometerá este miércoles su cargo ante el Rey a las 11.00 horas en el Palacio de la Zarzuela. Al acto asistirán también Su Majestad la Reina; el presidente del Gobierno saliente, José Luis Rodríguez Zapatero, y los máximos representantes del Congreso y del Senado, Jesús Posada y Pío García Escudero, entre otras personalidades.-El presidente del Gobierno volverá por la tarde a Zarzuela para comunicar al Rey la identidad de sus ministros. "A la noche" anunciará la composición del Gabinete.-Los nuevos ministros jurarán o prometerán su cargo ante el Rey el jueves por la mañana en La Zarzuela.-La Moncloa albergará el viernes el primer Consejo de Ministros de la legislatura.
El presidente del Ejecutivo, a Amaiur: "No le debo nada"
El intercambio de palabras entre Rajoy y el portavoz de Amaiur, Iñaki Antigüedad, fue lo que más expectación generó ayer en el Congreso. Habitualmente, cuando intervienen los diputados de grupos minoritarios se ve a muchos parlamentarios leyendo el periódico, hablando por el móvil o con el compañero del escaño de al lado. Ayer hubo silencio total en la Cámara cuando Antigüedad se dirigió a Rajoy y viceversa.El parlamentario vasco vino a decir al presidente del Gobierno que además de una crisis económica hay "crisis territorial" y esgrimió que Amaiur es "la primera fuerza en escaños" en el País Vasco y Navarra, lo que significa que "la gran mayoría" de los electores creen que en estos territorios hay un "conflicto político". Demandó flexibilidad en el tratamiento hacia los presos de ETA y reprochó a Rajoy no ser consciente del alcance del nuevo escenario en el País Vasco.Rajoy dijo ser "muy consciente" de que en dos de las tres campañas en las que ha sido candidato a presidente del Gobierno no se pudo celebrar el acto final porque hubo atentados de ETA. Recriminó al representante de Amaiur que no hubiera aprovechado su primera intervención para "condenar a ETA" y le recordó que fue ministro de Interior dos años y tuvo que ir a "muchos funerales". "Yo no le debo nada a usted y la sociedad española, tampoco", le espetó.
Coalición Canaria pide un nuevo régimen fiscal
A pesar de que Mariano Rajoy no hizo una concesión pública ayer a la portavoz de Coalición Canaria en el Congreso, Ana Oramas, el debate entre ambos fue de guante blanco. Los dos parlamentarios de CC se abstuvieron en la votación de investidura al entender que Rajoy no había concretado sus medidas económicas destinadas a promover el crecimiento de las islas. Oramas insistió en que Canarias tiene que ser "un tema de Estado" y pidió al presidente que así lo considere al entender que las políticas tienen que "adaptarse" a la España ultraperiférica y no solo "a la continental".Oramas pidió al líder del PP un compromiso para trabajar conjuntamente en un nuevo Régimen Económico Fiscal, la negociación de la nueva Política Agraria Común y para que salga adelante el estatuto de autonomía. También le solicitó concreción sobre el recorte de 16.500 millones en 2012.Rajoy se declaró conocedor en profundidad de la realidad del archipiélago canario y agradeció a Oramas la abstención de su partido porque le daba "una oportunidad" a su Gobierno y reiteró su disposición a resolver los "muchos problemas" del archipiélago. Pero Rajoy evitó en todo momento compromisos concretos. "No me vendo ni por un telediario ni por un titular de periódico", argumentó gráficamente, para añadir que le gustar pensar más en el corto y el largo plazo.