El procedimiento presentado por la Fed pretende aplicar una tasa financiera para los bancos globales de acuerdo a las reglas de Basilea III y que contempla además endurecer la regulación financiera de los grandes bancos estadounidenses, cuya aplicación se instrumentaría en varios años.
El proyecto está destinado a "todas las sociedades que controlan bancos estadounidenses cuyos activos son superiores o iguales a 50.000 millones de dólares" y a todos los grupos financieros no bancarios que los estadounidenses consideren de importancia para el sistema, indicó la Fed en un comunicado.
La Fed ha indicado además su intención de someter a ocho bancos del país calificados como "sistémicos" por el Comité de Basilea al control bancario del nuevo reglamento acordado por las autoridades reguladores de los principales países desarrollados.