Rubalcaba ofrece pactos para las reformas pero exige concreción del ajuste
El candidato del PSOE en las últimas elecciones generales, Alfredo Pérez Rubalcaba, ofreció ayer a Rajoy su voluntad de alcanzar pactos de Estado para desarrollar las reformas económicas que avanzó antes el líder popular. Eso sí, le pidió concreción respecto al ajuste fiscal a realizar y avanzó que el apoyo del Grupo Socialista tendrá como límite el respeto de la cohesión social.
El portavoz del Grupo Socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, estrenó ayer su, de momento, interina posición con discurso de mano tendida, desgranando su voluntad de alcanzar pactos de Estado respecto a la Unión Europea, la educación, el sector público, la sanidad o el sector financiero.
La frase de cierre del socialista dejó poco lugar a dudas: "Nos van a ver más veces escuchando que criticando". Eso sí: Rubalcaba exigió al que desde mañana será sexto presidente del Gobierno de la actual democracia que concrete las medidas de ajuste que abordará para reducir el déficit en 16.500 millones de euros. En concreto, quiso saber si el próximo Ejecutivo subirá el IVA, una opción frente a la que Rubalcaba sugirió una subida de impuestos "selectiva".
"Mi intención es no subir impuestos", es lo más que concretó Rajoy en materia fiscal. Para eludir la concreción, utilizó su habitual discurso del sentido común: "a mí me gusta decir las cosas que estoy en condiciones de afirmar", explicó, recordando que no hay previsión de crecimiento para 2012 ("la del 2,3% no se la cree nadie") ni tampoco cifra de déficit público definitivo de 2011, sobre el que partir para recortar hasta el 4,4% del PIB el próximo año.
Rechazo al contrato laboral único y a la creación del 'banco malo'
Frente a esos argumentos, Rubalcaba dijo que la falta de datos no le había impedido poner sobre la mesa muchas rebajas fiscales que, según aventuró, "podrían rondar los 10.000 millones de euros".
Y acusó al próximo presidente del Gobierno de llevar al Congreso de los Diputados "un conjunto de buenas noticias, pero no decir cómo va a hacer el ajuste, aunque ya lo sepa".
Otro de los puntos de discrepancia fue en materia laboral: si por la mañana Rajoy anunció que habrá reforma en el primer trimestre del año, con o sin acuerdo social, Rubalcaba recordó por la tarde que ha habido dos reformas en el último año y medio: "Déjelas usted funcionar, porque el problema del paro viene de la falta de inversión, no de la falta de reformas". Ante la falta de concreción del líder del PP, el portavoz socialista se aventuró a especular sobre el posible contenido de la reforma, y pidió a Rajoy que tenga cuidado con los minijobs, "que significan instaurar la precariedad", o el contrato único, "que en realidad deja como único contrato el temporal".
Rubalcaba ofreció también su apoyo para completar la reestructuración del sistema financiero, aunque con un límite: no dar dinero público "para quienes especularon y les salió mal", en referencia a la posible creación de un banco malo. En la contrarréplica, Rajoy acusó al Gobierno saliente de haber hecho lo propio al intervenir con fondos del FROB varias cajas de ahorros.
Respecto a la primera ley anunciada por Rajoy, la de estabilidad presupuestaria, el responsable socialista se ofreció a cumplir lo pactado con el PP a la hora de reformar la Constitución, que era limitar el déficit estructural al 0,4% del PIB. Pero le hizo una propuesta: otorgar a España "un poco más de margen" y dejar dicho límite en el 0,5%, como acordaron casi todos los países de la UE en la última cumbre.
Sí logró, Rubalcaba a la segunda, una respuesta sobre el retraso de la edad de jubilación: Rajoy anunció que no dará marcha atrás a los 67 años, "porque es un compromiso del Gobierno con la UE" que se propone respetar. Rubalcaba tildó de falsa esa argumentación: "ustedes sabían que era una reforma necesaria, pactada con empresarios y sindicatos, pero prefirieron oponerse para arañar un puñado de votos".
Liderazgo socialista
En cuanto a la extensión del bachillerato en un año, Rubalcaba afirmó que esa reforma pondría "patas arriba" el sistema educativo, y podría interpretarse como una argucia para extender los conciertos más allá de la edad de escolarización obligatoria, los 16 años.
Eso sí: Mariano Rajoy verá minada la fuerza de la oposición durante el periodo duro de reformas anunciado, el primer trimestre del año 2012. Por entonces, Alfredo Pérez Rubalcaba estará centrado en la búsqueda del liderazgo interno dentro del Partido Socialista. En el Congreso del PSOE se decidirá, entre otras cosas, quién dará la réplica a Rajoy ante los Presupuestos del Estado de 2012.
PNV. Contra la centralización de competencias
El portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, denunció ayer que Rajoy pretende usar la crisis económica como coartada para acabar con el Estado de las Autonomías. "Confirma nuestras peores sospechas de que iba a aprovecharla para recentralizar competencias que llevan años en manos de las comunidades autónomas", recalcó. También se mostró sorprendido porque Rajoy no hiciera ninguna mención a ETA.
IU. Pide que se renuncie a parte de la deuda
El portavoz de IU, Cayo Lara, exigió ayer la realización de una auditoría para declarar "ilegítima" una parte de la deuda pública. "Con esa auditoría se abriría esa posibilidad y así se liberaría al país de ciertos yugos de la especulación financiera", aseguró.Lara rechazó que la rebaja del déficit sea la única prioridad para salir de la crisis económica. "El incremento del déficit no tiene siempre qué significar más recortes", dijo.
UPyD. Critica la falta de detalle en las medidas
"He salido de la sesión sin saber a que atenerme debido a la falta de concreciones". Con esta frase, la portavoz de UPyD, Rosa Díez, inició ayer la valoración sobre el discurso de Mariano Rajoy. "Si eso es llamar al pan, pan y al vino, vino, el pan es de molde y el vino tiene agua", recalcó.En su opinión, la intervención del futuro presidente estuvo teñida de nacionalismo económico, "sin una sola reflexión sobre la crisis política".
CC. Alerta sobre posibles diferencias en Sanidad
La portavoz de CC en el Congreso, Ana Oramas, mostró ayer su preocupación por la reducción de la cartera básica de las prestaciones sanitarias y por la posibilidad de que no se garantice la prestación de la salud en igualdad de condiciones en todas las comunidades autónomas.También exigió a Rajoy que detalle qué partidas se verán afectadas por "el sacrificio" para cumplir con el ajuste y llegar al 4,4% del déficit en 2012.