El Ibex se repliega un 5,16% en la semana posterior a la cumbre
La prima de riesgo se relaja 14 puntos básicos, hasta los 345 del viernes.
La historia se repite. Quienes esperaban que la cumbre europea de la semana pasada tuviera efectos balsámicos para el mercado, se equivocaron. La solución definitiva a la crisis no se encontró y, pese a los avances en política fiscal acordados, los inversores perciben demasiados riesgos en el horizonte. La semana se salda así con una caída acumulada del 5,16% para el Ibex -eso sí después de avances del 1,06% y 10,24% en las dos anteriores-, el índice en los 8.203,4 puntos y la prima de riesgo en los 345 puntos básicos, algo menos de los 359 del pasado viernes.
El riesgo de ratificación del acuerdo, las dudas sobre la capacidad efectiva de los cortafuegos en marcha y el temor a un estancamiento económico retrasan la mejora del tono del mercado. Una vez más y como viene sucediendo a lo largo del año, la euforia previa a la cumbre se fue difuminando y con el paso de los días los inversores se fijaron más en las lagunas del plan que en sus virtudes.
"Aún no se observan elementos suficientes para proteger la deuda pública de países como España e Italia y alejar el riesgo de nuevos ataques sobre los activos de riesgo en las próximas semanas, lo que sin duda desembocará en la necesidad de nuevas acciones políticas relevantes a lo largo del primer trimestre de 2012", resumen en Banco Sabadell.
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, de hecho, anunció el jueves que a comienzos de año está prevista otra cumbre para avanzar en el tratado intergubernamental pactado. Una noticia, que unida a la batería de datos económicos positivos que han llegado de EE UU en los últimos días y la expectativa de que la UE avance en la aportación de fondos al FMI tan pronto como la semana que viene, dieron algo de optimismo a la sesión del viernes, pero insuficiente para evitar las pérdidas en la sesión. Así, las principales plazas cayeron entre el 0,25% del Footsie y el 1% del Euro Stoxx, lo que dejó el saldo semanal en caídas medias del 5%. El euro también tuvo una semana complicada. Perdió el nivel de 1,30 dólares por primera vez en el año aunque el viernes logró recuperar terreno para volver a situarse por encima de esta cota.
La resaca de la cumbre hizo mella y precisamente la ausencia de cualquier mención sobre futuras compras de deuda por parte del BCE, la falta de alusión a los eurobonos o el hecho de que no se planteara un aumento de la dotación de los fondos de rescate impidieron que reinara el optimismo entre los inversores. La canciller alemana, Angela Merkel, se encargó además de enfriar cualquier expectativa al respecto esta semana al mostrar su rechazo tajante a las tres iniciativas, lo que aleja la posibilidad de encontrar una solución rápida a las tensiones en el mercado de deuda.
La ausencia de un cortafuegos efectivo quedó patente una vez más y las primas de riesgo de España e Italia sufrieron altas dosis de volatilidad. Italia, de hecho, se volvió a financiar a tipos récord: en la emisión de deuda a 5 años que realizó el miércoles pagó un tipo del 6,47%. La eliminación del requisito explícito del sector privado en los rescates fue muy bien recibido por los mercados pero no sirvió del todo a la hora de relajar los costes de financiación en Italia. La prima de riesgo del país transalpino concluyó en 474 puntos básicos.
Al menos en España las cosas fueron bastante mejor y tanto la subasta de letras como la de bonos celebradas se saldaron con gran éxito. El Tesoro pudo emitir en ambos casos más de lo esperado -captó 11.000 millones en dos días- y logró reducir sustancialmente los costes de financiación, una mejora que se explica por el interés de la banca en ambas subastas pero también por la fuerte demanda de los inversores particulares, atraídos por las elevadas rentabilidades que ofrece la deuda estatal, en clara competencia con los depósitos bancarios.
El BCE aún no interviene de forma masiva mediante la compra de deuda pero la batería de medidas extraordinarias que anunció este mes para garantizar la liquidez de la banca sí han ayudado a dar cierta estabilidad al mercado de deuda en España. Al introducir subastas a 3 años, en las que la banca puede obtener financiación ilimitada al 1%, el incentivo para comprar deuda pública aumenta, especialmente ahora que Europa se ha comprometido a no volver a involucrar al sector privado en futuras reestructuraciones de deuda. De esta manera la banca puede hacer negocio al pedir prestado al 1% y para invertir en deuda a más del 4%.
La clave para el corto plazo será ver si la banca ayuda a contener las primas de riesgo de forma significativa. A la espera, al menos los datos económicos que llegaron de EE UU alejan la posibilidad de una recesión en la primera potencia mundial, un riesgo menos. El viernes los resultados mixtos se impusieron en Wall Street. El Dow Jones cayó el 0,02%, el Nasdaq ganó un 0,56% y el S&P 500, el 0,32%. La semana, no obstante, concluyó con caídas para todos los índices que fueron del 2,61%, 3,46% y 2,83%, respectivamente.
Nuevas amenazas de Fitch para España
Nuevas advertencias de Fitch. La agencia de calificación amenazó el viernes con degradar el rating de España, Bélgica, Italia, Eslovenia, Irlanda y Chipre al considerar que una solución clara a la crisis de deuda soberana está "lejos de ser alcanzada" pese a los avances de la cumbre europea del pasado 9 de diciembre.Fitch aplaude los compromisos alcanzados por los líderes europeos, en particular la decisión de acelerar la puesta en marcha del fondo de rescate permanente y la menor participación del sector privado en futuras reestructuraciones, pero considera preocupante la ausencia de un cortafuegos financiero creíble.Fitch anunciará a finales de enero si rebaja las calificaciones de estos países en uno o dos escalones. Bélgica, con una AA+ tiene la mejor nota, seguida de España y Eslovenia, con AA-.La agencia, por otra parte, mantuvo la triple A de Francia pero rebajó de estable a negativa su perspectiva por el deterioro de las condiciones económicas y financieras en Europa.