Gestha calcula que el Tesoro se ha ahorrado 46,5 millones de euros en la última subasta
El Tesoro se ha ahorrado 46,49 millones de euros en la subasta de obligaciones celebrada este jueves respecto a la emisión anterior del mismo papel, según cálculos del colectivo de técnicos del Ministerio de Economía y Hacienda (Gestha).
En concreto, en la subasta de obligaciones con vencimiento en 2016 ha supuesto un ahorro de 30.71 millones y la de obligaciones con vencimiento en 2021, un ahorro de 20,02 millones. Por el contrario, la emisión de obligaciones con vencimiento en 2020 ha generado un sobrecoste de 4,24 millones.
Estas cifras suponen en total un ahorro de 46,49 millones. Según Gestha, la tendencia apreciada esta semana en las emisiones va "por el buen camino", aunque harán falta nuevas medidas para continuar rebajando la tensión sobre la deuda y regresas a niveles más rentables.
En este sentido, Gestha insta al Banco Central Europeo (BCE) a modificar sus estatutos de manera urgente para poder adquirir deuda pública de los estados miembros en el mercado primario, lo que rebajaría de manera directa su precio de emisión y permitiría aprovechar los recursos disponibles de manera más efectiva que en el mercado secundario, al que se acude actualmente.
Mientras se alcanza este acuerdo para que el BCE modifique sus Estatutos, Gestha propone que la entidad adopte mecanismos que desincentiven la compra de deuda soberana a tipos mayores a los que el propio organismo fije como referencia, de manera que el tipo de descuento ofertado por el BCE a cada entidad financiera venga en función del precio al que ha adquirido en las últimas subastas en el mercado primario de deuda soberana.
Paralelamente, solicita que la CNMV prohíba las operaciones en corto sobre la deuda pública, dado que la suspensión aplicada a este tipo de operaciones sobre entidades bancarias a lo largo de los últimos meses tuvo unos efectos muy positivos sobre las entidades protegidas.
Finalmente, los técnicos del Ministerio de Hacienda proponen a las autoridades comunitarias la creación de una agencia de calificación europea cuya actuación se rija por criterios de transparencia e imparcialidad, sin perjuicio de una mayor regulación y supervisión de las grandes agencias existentes actualmente.