La rebaja del IVA al 4% no reanima la venta de vivienda nueva
Si en 2010 la subida del IVA del 7% al 8% provocó un efecto adelanto de las compras de vivienda nueva, en 2011 la rebaja del impuesto al 4% no termina de animar las ventas. Aunque ahora se venden más casas a estrenar que de segunda mano, el número de operaciones marca mínimos históricos, según Estadística.
La vivienda pulveriza mes a mes mínimos históricos. El ajuste del sector no toca fin y las ventas continúan hundidas presas de un agravamiento de la crisis y de un crédito que no fluye. La estadística de transacciones de octubre -que refleja las operaciones de un par de meses antes- se situaron en mínimos nunca vistos. Apenas se cerraron 22.482 operaciones en el mes. La caída interanual se ha suavizado al bajar un 18% (en verano los descensos alcanzaron el 38%), pero cabe destacar que la comparación se hace con octubre de 2010, un mes en el que también se registró el mínimo anual con 27.415 operaciones.
Si bien en octubre del año pasado las compraventas sufrían el efecto de la subida del IVA del 7% al 8% para los inmuebles nuevos, que provocó un adelanto de las compras para evitar el alza fiscal que entraba en vigor en julio, en el décimo mes de este ejercicio la rebaja del impuesto a la mitad (del 8 al 4%) aprobada en agosto todavía no ha surtido el impacto deseado. Las ventas no despegan y la amenaza de una nueva recesión económica no aclara el horizonte.
Fernando Encinar, jefe de estudios de Idealista.com, señala que "los datos ofrecidos por el INE corresponden a operaciones cerradas durante el verano, cuando España vio subir peligrosamente la prima de riesgo de su deuda soberana". En su opinión, en ese escenario de incertidumbre "resulta lógico pensar que los posibles compradores hayan decidido aplazar la compra de vivienda".
No obstante, el IVA superreducido ha podido dar cierto impulso a la vivienda nueva frente a la de segunda mano. En los últimos meses se han vendido más casas a estrenar que usadas. En octubre se transmitieron 11.432 inmuebles nuevos frente a 11.050 usados. Un mes antes, 13.073 nuevos frente a 12.808 de segunda mano. El número de transacciones contrasta con las cifras anteriores a la crisis. A comienzos de 2007, en pleno cenit del boom, se llegaron a vender 33.480 inmuebles nuevos y más de 50.000 usados. Es decir, por cada vivienda de segunda mano se vendían 0,6 pisos de obra nueva.
Con el estallido de la burbuja inmobiliaria, las compraventas de ambas tipologías comenzaron a caer en picado hasta situarse cada una por debajo de las 20.000 unidades a mediados de 2008. En ese momento, incluso la vivienda nueva superó a la usada por primera vez en toda la serie histórica y por cada usada se despachaban 1,2 nuevas, una tendencia que se mantuvo hasta bien entrado 2010. A lo largo de la crisis, la brecha entre pisos nuevos y de segunda mano se ha ido equilibrando.
El fin de la desgravación fiscal sin límite de renta a partir del 1 de enero de 2011 reactivó momentáneamente las ventas, pero tan solo fue un espejismo. En marzo, las operaciones tanto de vivienda nueva como usada descendieron desde niveles cercanos a las 23.000 unidades hasta las 16.000. A partir de ahí, prácticamente mes a mes se han registrado mínimos que pueden seguir batiéndose.
La llave de la recuperación la tienen las entidades financieras. Buena parte de las promociones de obra nueva y miles de viviendas usadas procedentes de embargos están en manos de bancos y cajas. De poco sirve que se rebaje el IVA, que se rescate la deducción fiscal para incentivar las compras si el crédito sigue restringido. La banca sigue acumulando lastre inmobiliario en sus balances -por importe de más de 170.000 millones de euros- al tiempo que encarece las hipotecas por las tensiones en el mercado interbancario. Mientras no se abra el grifo de la financiación, el mercado de la vivienda seguirá condenado.
Ni siquiera la rebaja de precios saca al sector de su estado comatoso. Según datos de la tasadora Tinsa, los precios experimentaron en octubre la mayor caída del año, del 8%, y ya acumulan un descenso del 24,5% desde máximos. Los datos oficiales de Fomento sitúan el retroceso en el 5,5% durante el tercer trimestre, con una caída del 5,4% en vivienda nueva y del 5,9% en casas con más de dos años de antigüedad.