Antiejemplos de RSC
El 30% de los niños de Estados Unidos padece de obesidad, un porcentaje que va en aumento. Esto genera problemas circulatorios, diabetes, accidentes cardiovasculares y afecta a su autoestima. Michelle Obama, que se ha puesto al frente de la lucha contra la obesidad, viene propulsando amplias campañas de educación, de actividad física y pide que haya cambios en la dieta de los niños.
La actual dieta está repleta de alimentos cargados de grasas ultrasaturadas. Estos son una fuente de ganancias para las empresas, porque se conservan más, y por sus colores atractivos, pero son "asesinos" según la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya que reducen la esperanza de vida.
Se ha presentado en el Congreso americano un proyecto de ley para que los alimentos que se dan en los comedores escolares financiados por el Estado sean saludables y para que las frutas y verduras reemplacen a las comidas rápidas, cargadas de grasas ultrasaturadas.
Y es que el número de niños que va a los comedores ha crecido fuertemente por la crisis económica. El New York Times informa que el proyecto fue rechazado por "el trabajo de lobby de los grandes productores de alimentos no saludables".
Esto se llama irresponsabilidad social corporativa. Ni siquiera aceptaron que alimentos pagados por los contribuyentes sean saludables. Es el antiejemplo de lo que debe ser la responsabilidad social corporativa (RSC).
En cambio, los ejemplos contrarios de las empresas a las que les importa la comunidad aumentan. Natura, una empresa brasileña de cosméticos y presente en más de 15 países, es citada con frecuencia como modelo de RSC. Aplica en todas sus áreas la idea de gestión sustentable. Los principales indicadores socioambientales figuran dentro de las metas estratégicas que debe alcanzar la empresa y son desdoblados para todas las unidades de negocios y procesos. Trabaja conjuntamente con ONG, cooperativas, emprendedores y líderes sociales y ambientales. Además, produce un balance triple (financiero, social y ambiental) coproducido con todos ellos. Afirma que su "compromiso excede la cadena de negocios, buscamos contribuir al desarrollo local, la generación de ingresos a proveedores, y la formación de liderazgos de la sociedad civil y el poder público".
Las dos opciones están planteadas y, en el marco de la crisis, es fundamental que las empresas elijan. ¿Seguirán el modelo de maximizar lucro a corto plazo, no importa lo que pase con la gente, y su propia sustentabilidad futura o velarán por la comunidad, apostando por ser un ciudadano querido y respetado? E ahí la cuestión.
Bernardo Kliksberg. Autor, junto con Amartya Sen, de 'Primero la gente', que acaba de ser publicado en China en mandarín.