El sector financiero se prepara para un endurecimiento de las provisiones
La reforma y saneamiento del sistema financiero será sin duda uno de los principales retos que marcará la agenda del nuevo Gobierno. La llegada del PP al poder ha avivado el debate sobre la conveniencia de crear un banco malo que aglutine los activos tóxicos del sector. Una fórmula que según defienden sus partidarios sería la alternativa más rápida para sanear los balances, reducir las necesidades de liquidez de la banca y liberar recursos para la concesión de créditos, requisito imprescindible para reactivar la economía y reducir el paro.
En el sector financiero reconocen que la creación de un banco malo es una posibilidad real pero ven su implementación como algo muy complejo. Crear un banco malo supondría para la banca el reconocimiento definitivo de las pérdidas en su cartera inmobiliaria. Por ello, en el sector, creen que la solución más realista y quizá una de las primeras medidas que deberán afrontar será un endurecimiento del calendario de provisiones de los activos inmobiliarios, algo para lo que ya se preparan. Al final, el nuevo Gobierno tiene poco cartuchos en la recámara, la creación de un banco malo y el saneamiento entidad por entidad son las dos principales vías de actuación que se abren en un proceso de reestructuración se prevé vaya en paralelo a la consolidación del sector.