Las tareas de Europa y EE UU

El secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, inició ayer una gira europea con la advertencia -a estas alturas seguramente innecesaria- de que los ojos del mundo entero están puestos en la cumbre que comienza mañana en Bruselas. Tras su reunión con Wolfgang Schäuble, ministro alemán de Finanzas, Geithner calificó de "esperanzadores" los progresos que Europa ha realizado en las últimas semanas para alcanzar un acuerdo que permita dar carpetazo a la crisis de deuda soberana. Una esperanza que no solo resulta fundamental para las propias economías de la eurozona, sino también para Estados Unidos, tal y como recordaba hace unos días la OCDE al advertir de que los problemas europeos pueden lastrar de forma importante las perspectivas de recuperación de la mayor economía del mundo. Como reconoció ayer Geithner en un loable ejercicio de autocrítica, a Washington le queda también "mucho trabajo por hacer" en la lucha contra una tormenta cuya dimensión es global, como globales son las transacciones comerciales y los mercados financieros, y en la que tanto uno como el otro lado del Atlántico tienen mucho que perder. Con los ojos del mundo a sus espaldas, ni Europa ni Estados Unidos pueden dejar pasar ni una sola oportunidad de acabar con esta larga y dura crisis.