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Pymes & I+D+i. Internacionalización

México como solución a la debacle

El panorama del mercado español obliga a las empresas a otear otros horizontes en búsqueda de nuevas oportunidades

Guadalajara en un llano, México en una laguna", reza una ranchera del famoso cantante Jorge Negrete, quien causó furor en la España de los cincuenta. Una época en la que el ensimismamiento de la economía española hacía que mirar al exterior fuera una utopía para las empresas españolas. Muchas décadas después, la crisis ha cambiado las tornas y ahora son muchas las compañías que tratan de salir de un mercado cada vez más castigado. México, con sus 100 millones de habitantes -incluyendo el descomunal México DF, la segunda ciudad más poblada del mundo-, se perfila como uno de los destinos predilectos.

"El mercado mexicano nos resulta interesante porque forma parte del grupo next eleven", apunta Gonzalo Sánchez, director de exportación de Chocolates Valor. El país se agrupa dentro de una serie de naciones que en los últimos años están experimentando un incremento de su PIB por encima del promedio de los más ricos y que las empresas consideran como los futuros nuevos BRIC. De ahí el fuerte interés para muchas pymes españolas.

El currículum macroeconómico parece avalar la tesis: "Niveles de crecimiento, tipos de interés, cambio e inflación en tasas aceptables a pesar de los desequilibrios que provocó la crisis financiera de 2009", apuntan desde la oficina comercial de España en México DF. Además, el país registró un buen comportamiento económico en el primer semestre de 2011 y una balanza comercial equilibrada.

Las relaciones bilaterales entre ambos países tienen también buenas credenciales. En 2010, el país fue el primer destino de los productos españoles en América Latina, el cuarto mercado más importante más allá de las fronteras europeas, y el decimosegundo a nivel mundial. Asimismo, España es el primer inversor de la Unión Europea y el segundo a escala mundial, solo por detrás de su vecino Estados Unidos. Y, finalmente, el país supone una oportunidad para las pymes españolas relacionadas con el sector de transportes y comunicaciones y la industria manufacturera, apuntan desde el Icex.

Pero además de las buenas perspectivas macroeconómicas, México posee otras ventajas que lo hacen atractivo a ojos de las empresas. "La clara cercanía cultural y de gustos", junto con "un producto made in Spain muy valorado", fueron dos de las principales razones por las que Ka Internacional se implantó allí, explica Roberto Alonso, director general de esta pyme de decoración del hogar con gran vocación internacional.

Exportar es "una ventaja indudable, ya que en tiempos de crisis estar diversificado te ayuda a soportar momentos complicados", justifica Carlos Gómez, director de la oficina de México del estudio de arquitectos Lamela. "Es un mercado con enormes posibilidades, siempre que se tenga la constancia necesaria", matiza Teresa Vigón, subdirectora de la consultora Futuver. "Interesante, pero no fácil", puntualiza. A su juicio, para que una pyme logre el éxito es necesario insistir y no desesperarse por un ritmo de negocios más dilatado que en Europa. El país supone también una buena plataforma para otros mercados por su ubicación geográfica. "Su frontera directa al norte con Estados Unidos y al sur con Centroamérica es buena razón para intentar vender en este mercado", indica Alonso.

Pero además de los pros, existen también los contras. El sistema arancelario castiga a los productos españoles, apuntan los expertos: "Su sistema penaliza algunos de nuestros productos y te impiden ser competitivo o te hacen cambiar tu posicionamiento frente al cliente", confirma Alonso. Debe tenerse en cuenta que es solo el 20% de la población la que tiene capacidad de compra real en este mercado, advierte.

Y con todo, cuidado: México no es España. La cercanía cultural y el idioma son dos de las indudables ventajas de las empresas españolas. Pero los expertos alertan a los que creen que "el país es una extensión de España", apostilla Gómez. "Hay que intentar evitar pensar que ambas culturas son iguales", remacha. "Hay que mexicanizar nuestro lenguaje y actitud", confirma Vigón. "Los españoles resultamos prepotentes por la forma directa de abordar las cuestiones". A las pymes españolas les quedan muchas rancheras por escuchar.

Violencia y psicología en los negocios

Casi a diario, los medios de comunicación mexicanos escupen datos espeluznantes sobre la ola de violencia que vive el país a causa del narco. Un hecho que no puede pasar inadvertido para los negocios. "Indirectamente, la violencia sí supone una dificultad. La psicología, tal y como nos ha mostrado la crisis, es actualmente uno de los parámetros más importantes en la decisión de consumir. Un ambiente inestable como el que se vive en México no invita a que los clientes vayan a las tiendas, por lo que, aunque de una manera intangible, sí percibimos que este hecho nos afecta", apunta Alonso, de Ka Internacional. Con todo, este grave problema se concentra en puntos muy concretos del país, como el estado de Monterrey, explica Gómez, del estudio Lamela. Y como gran parte de los negocios se realiza en la capital, las empresas españolas no lo perciben con tanta nitidez, termina.

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